DE NORTE A SUR
Abigail A. Correa Cisneros
· En la CDMX tuvieron que reducir la producción de cempasúchil previendo las posibles pérdidas por la covid-19.
El ánimo de los mexicanos será difícil de doblegar. Las actividades de Día de Muertos mermaron este año; sin embargo, es una tradición que, a pesar de la pandemia de covid-19, estará presente en casi todos los hogares de México.
Como es sabido, la economía se sigue viendo afectada. La producción y venta de flores de esta temporada no son la excepción. Los pétalos de cempasúchil son los más vistosos de octubre por lo que los productores adelantaron las ventas y se reportó que en Xochimilco ya escasea la flor.
En esta zona sólo se sembró la mitad, previendo las posibles pérdidas, aunque productores de la CDMX han dicho que se vendió muy rápido. La producción de Marigold, la especie de cempasúchiles de macetita, apenas alcanzó un millón 200 mil que significa una derrama económica de 45 millones de pesos.
Debido a la pandemia los floricultores se enfrentan también al cierre de los panteones, como anunciaron desde días atrás las autoridades. Igualmente, las tradicionales ofrendas enormes concurridas cada año, como en el Zócalo o Ciudad Universitaria y demás plazas en distintas alcaldías, así como el resto del país, no se verán este octubre.
La flor amarilla que simula luz hacia las ofrendas se cultiva en zonas de Tláhuac, Xochimilco y en los estados de Morelos, Puebla, Tlaxcala, Jalisco, Oaxaca, Chiapas, San Luis Potosí, Sinaloa, Hidalgo, Veracruz y el Estado de México.
México cuenta con 35 especies de esta flor tradicional de Día de Muertos, de las 58 de América. El año pasado sembró dos mil 561 hectáreas, el equivalente a 2.3 millones de plantas y 21 mil 380 toneladas, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).
Además de cempasúchil, esta temporada es de nube, mano de león, terciopelo, entre otras que se acostumbra llevar a las tumbas de los seres queridos. Este año cayó la producción al igual que los precios, pero no es un problema que se deba solamente a la pandemia. Desde hace algunos años México ha ido disminuyendo su producción ya sea por el cambio climático o por la competencia desigual con otros países como China, India y Perú, que son líderes en la producción de cempasúchil ya que la destinan a otras cosas, a diferencia de México que prácticamente sólo la cultiva en esta época.
En el Estado de México también se afectó a varias familias que se dedican a sembrar la flor. Ya pasaron por las bajas ventas del Día de la madre, cuando también permanecieron cerrados los panteones. Floricultores de municipios como Tenancingo, Joquicingo, Zumpahuacán, Villa Guerrero, Coatepec Harinas, entre otros, se enfrentan a las pocas ventas e incluso se ven obligados a bajar el precio de su producto.
En 2019, de acuerdo con la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) por la venta de la flor de cempasúchil se obtuvieron 99 millones 564 mil 78 pesos. De igual forma, se esperan pérdidas en la producción y venta de flor de noche buena, que el año pasado dejó ganancias por 662 millones 904 mil 187 de pesos.
Este año la pandemia nos golpeó fuertemente. Pero nuestro ánimo persiste al igual que nuestras tradiciones. Este 1 y 2 de noviembre los altares de Día de Muertos volverán a brillar con la flor de los 20 pétalos.
DESDE EL CENTRO
La Interpol ya busca en 195 países a Jesús Orta Martínez y Frida Martínez Zamora, exsecretarios generales de la Policía Federal, exfuncionarios señalados por su presunta responsabilidad en el delito de delincuencia organizada con la finalidad de cometer operaciones con recursos de procedencia ilícita, por casi 3 mil 500 millones de pesos. Se les acusa de haber desviado recursos mediante compras irregulares de patrullas, aeronaves, tecnología y software de espionaje… Vayamos a Michoacán, Eduardo Orihuela Estefan, tendrá que enfrentar una denuncia penal de la SADER del estado luego de que simulara eventos de un proyecto ganadero, con monto de un millón de pesos por parte del gobierno federal…El presidente Andrés Manuel López Obrador va contra las outsourcings, será un “tema polémico” como lo fue la extinción de los fideicomisos, “pero tenemos que limpiar, no podemos ser cómplices de corrupción, encubridores”. Estas empresas fueron apoyadas en sexenios pasados para ocultar la violación de derechos laborales y favorecer a empresas. Se habla de cambios en la garantía de la democracia de los sindicatos, las negociaciones colectivas, el aumento al salario mínimo y la creación de un sistema de tribunales que resuelvan las disputas laborales.