María de los Ángeles García Villegas. ¡Dìganles!

 

María de los Ángeles García Villegas.

El amor y la vida -como temas universales- visten las letras de María de los Ángeles García Villegas. Con la sencillez de quienes no necesitan artilugios para narrar, esta hermosa mujer veracruzana, plasmará los vericuetos que, en 80 años, han engrandecido su propia historia.

En el Taller de Escritura Creativa Miró, junto a su maestro Miguel Barroso Hernández; María escribió una novela autobiográfica (recientemente publicada), reflejando en sus páginas la actitud de quienes no temen soñar.

Actualmente escribe su segundo libro. He aquí un adelanto:

 

¡DÍGANLES!

Esta es una historia de más de 40 años. Uno de tantos relatos que podemos traer al presente, una y otra vez, porque habla de la esperanza y roza los entresijos de la libertad…

Dentro del grupo de Neuróticos Anónimos, al que asistí durante un largo período de mi vida, para sanar heridas o sobrellevar la muerte de Angelito (mi hijo de 10 años): escuché testimonios desgarradores, pero también algunos optimistas. Sucede que, con quienes menos imaginamos, aprendemos lecciones importantes.

En una ocasión, varios de los integrantes de mi grupo viajaron a las islas Marías, concretamente a la mayor: María Madre, donde se encontraba el Penal Federal. La idea era alentar a la población cautiva, desde las experiencias positivas de nuestros miembros. Regresaron emocionados y contagiándonos el deseo de ir a convivir con aquellas personas que, sin ser libres, sabían cómo volar y ser útiles a través de las palabras.

La misión de servicio duró aproximadamente 15 días. ¡Los presos estuvieron encantados! Y al despedirse con lágrimas y aplausos, enviaron un mensaje a los neuróticos del mundo:

“Díganles… que la unidad, hace la fuerza; que el mayor regalo de la vida, es tener a Dios en el corazón; que el amor, es lo máximo; que el agradecimiento, es la flor más bella en el jardín de la alegría; que el mañana no existe, sólo el hoy… y hay que vivirlo como si fuera el último día de nuestra vida… ¡Díganles, díganles, díganles!”