Tener una planificación de gastos y buenos hábitos de consumo son dos factores esenciales que la mayoría de las personas deben tener en cuenta en este cierre de año, considerando que la pandemia del COVID-19 sigue deteniendo el arranque total de la economía del país.
El contar con un presupuesto programado para los gastos permitirá a las familias administrar sus finanzas y recursos para que puedan asignarlos de la mejor manera, señaló Anselmo Chávez Capó, catedrático de la Licenciatura en Administración Financiera de la UPAEP.
Indicó que la crisis económica que se está viviendo como consecuencia de la actual pandemia a nivel global, nos invita a que las personas deben manejar de una manera más responsable sus recursos financieros, ya que “nosotros como sociedad creceremos en la medida en que seamos conscientes del manejo de nuestros recursos y cómo podemos ser eficientes en el uso de los mismos”.
Chávez Capó comentó que si bien los procesos inflacionarios inciden de manera directa en el valor de los bienes de la persona, también deben considerar que una gestión adecuada de los recursos, ayudará a tener un mejor nivel de vida como consecuencia de no tener compromisos excesivos en la disminución de los pagos de intereses y cubrir todas las obligaciones de manera personal.
Agregó que a nivel social, depende de toda la gente que la pandemia se detenga, es decir, si las personas siguen con las medidas de distanciamiento social, continúan con los protocolos de salud, como es el uso del cubrebocas, la utilización de gel antibacterial, lavado de manos, y cuidados necesarios en casa, se evitará que sigan aumentando los contagios y se podrá regresar de manera más rápida a la actividad productiva bajo estos protocolos de salud.
Señaló que de no seguir con estas medidas de salud sanitarias, corremos el riesgo de seguir los pasos de Europa, en donde “regresaron, detuvieron la pandemia y cuando la gente dejó el aislamiento social, pensó que todo ya estaba bien, que ya no había ningún peligro en el entorno y regresaron a realizar su actividad económica y social como siempre, y resultado de ello, es que de nueva cuenta están pensando regresar al aislamiento social por los nuevos casos de gente contagiada por la COVID-19”.
Anselmo Chávez expresó que el 2020 ha sido un año con un entorno de mucha volatilidad en los mercados financieros y como consecuencia de esto, se están registrando movimientos en la inflación y que al reiniciarse esta reactivación económica de manera paulatina, también ha provocado ajustes a la alza y se están presentando escenarios jamás pensados.
Dijo que de acuerdo a datos del INEGI para la primera quincena de octubre y de acuerdo a información recabada en septiembre de este año, se encontró que la inflación fue del 4.01%, considerando que esta se divide en dos modelos de inflación, la subyacente, que elimina todos aquellos productos que tienen alta volatilidad, como son las mercancías, los alimentos, mercancías no alimenticias, servicios, vivienda, educación y otros servicios, es decir, la inflación subyacente está relacionada con los bienes y servicios que tienen un manejo constante de sus precios y que no tienen una volatilidad muy grande.
Mientras que la inflación no subyacente incluye los productos que tienen una alta volatilidad y que están relacionados de manera directa con la oferta y demanda, y entre ellos encontramos los productos agropecuarios, en donde se ubican las frutas y verduras, los pecuarios, relacionados con la carne, energéticos y tarifas del gobierno, que permiten medir este índice no subyacente, manifestó el académico de la UPAEP.
Por lo tanto, dijo que la inflación del 4.01%, registrada en la primera quincena de octubre del presente año, ha roto las expectativas del Banco de México, si se toma en cuenta que la meta de la inflación para el 2020 era del 3% y estamos viendo que estamos un punto porcentual por arriba de lo esperado.
Abundó que de acuerdo a las expectativas de los economistas del sector privado se espera para el presente año una inflación del 3.89% y manifiestan que para el 2021, esta puede ser del 3.57%.
Por último, recomendó que las personas deben cuidar sus ingresos, manejar responsablemente sus gastos, evitar consumos excesivos y en caso de que tengan la necesidad de hacer compras, es importante aprovechar programas de pagos sin intereses y no saturar sus líneas de crédito y evitar que sus deudas sigan creciendo.