Gabriel Sánchez Andraca
Muy oportuno el anuncio del gobernador Salomón Céspedes, de combatir a la pobreza en Puebla, conjuntamente con el gobierno federal, en momentos en que Coneval, el organismo encargado de medir la pobreza en México, anunció que Puebla ocupa el cuarto lugar entre las entidades más pobres del país que son Chiapas, Guerrrero y Oaxaca.
El primer gobierno panista del Estado, el que presidió el finado gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, fue culpable en gran parte del incremento de la pobreza en el Estado y en esta capital.
Su obsesión de convertir a la capital del estado en una ciudad de puentes elevados, ciclopistas elevadas y con tirantes vistosos pero inútiles y costosos, igual que las ciclopistas; un palacio estatal llamado Centro Integral de Servicios, costosísimo en su construcción y con mantenimiento igualmente elevado; un museo del Barroco que nadie visita, una rueda de la fortuna llamada “novia de Puebla” que nunca ha podido funcionar correctamente; enrejados vistosos pero muy costosos en todos los parques y jardines, es decir, obras muy costosas, construidas a crédito, sin ninguna repercusión social, hizo que la entidad cayera al tercer lugar en pobreza sustituyendo a Oaxaca en ese sitio.
Si ahora la entidad poblana recuperó el cuarto lugar, ha sido por el impulso que mediante programas sociales ha recibido del gobierno federal de la Cuarta Transformación y si ahora el gobierno estatal se une a esta cruzada por le irá mejor a Puebla y a los poblanos.
Eso significará, dejar en el olvido la inversión que se anunció para reparar tramos de las ciclopistas, dañadas no por el uso, sino porque nadie las usa y el proyecto de construir un nuevo palacio legislativo, es decir, un nuevo edificio para el funcionamiento de la Cámara de Diputados que bien puede quedarse donde está y donde está abandonada una construcción de ampliación. Se dijo, después del temblor del 2017, que tenía que reforzarse su estructura porque podría derrumbarse, pues que se refuerce, pero eso de construir un nuevo palacio, cuando el gobierno estatal tiene un número respetable de propiedades en el centro histórico, que nadie utiliza o se utilizan a medias, es sencillamente absurdo y va contra la política de austeridad que el gobierno federal ha implementado y a la que tienen que apegarse los gobiernos estatales morenistas.
En los tiempos del primer gobierno panista, la ciudad de Puebla fue declarada, por el mismo Coneval, como la capital estatal con el mayor número de personas que vivían en pobreza y en pobreza extrema. Esperemos que las cosas hayan mejorado como mejoró la situación general del estado, que recuperó el cuarto lugar en pobreza del país, después de haber estado varios años en el tercer lugar por las políticas de despilfarro de los gobiernos del blanquiazul.
EL PRIMER GOBIERNO DEL PAN EN PUEBLA, FUE un total fracaso. No solo llenó a la capital con estorbosas, inútiles y costosas obras de ornato, sino que en su afán de hacer de Puebla un pequeño Nueva York, (las malas lenguas dicen que nació allá) sino que dejó endeudada a la entidad con más de 60 mil millones de pesos, algo totalmente inusitado.
Por lo que toca a la provincia poblana, vivió seis años de completo olvido. Los caminos se destruyeron, pues no recibieron ningún tipo de mantenimiento; se construyeron unos cuantos hospitales que se dejaron sin terminar y sin los equipos necesarios para que los médicos y enfermeras desarrollaran bien su trabajo; los centros educativos fueron abandonados a su suerte, en fin, el olvido fue completo, como pudo constatarse cuando el empresario Antonio Gali Fayad realizó su campaña para la “mini-gubernatura”, los reclamos que recibía de la ciudadanía eran patéticos: se sentían totalmente abandonados del gobierno estatal que andaba en otras ondas.
Cuando el doctor Enrique Doger Guerrero tuvo una reunión con simpatizantes en la zona de Angelópolis, dijo algo cierto: dijo que el gobierno estatal debe atender a todo el estado (sus simpatizantes eran de municipios de la región sur de la entidad) y no solo a una pequeña parte de él y el gobierno estatal panista, señaló, ha invertido la casi totalidad de su elevado presupuesto, en esta zona donde estamos y se ha olvidado de todo el resto que es de más de 33 mil kilómetros.