LO AMADO…
Por… tus palabras y acciones
serás salvado, serás juzgado…
Inmovilizamos lo amado
lo que tiende a irse.
Ahí donde se puebla la amable…
soledad.
El corazón late infinitas emociones,
por murria, apatía, abandono…
nos sentimos supernos…
la soledad de la noche, nos satisface…
se pueblan innumerables, innumerables jerarquías.
El caudal resuelve; que no es la costumbre,
sino la inocencia de la carne… exige; tenerte,
indefensa, inerme.
Entiendo… no te has de ir.
Te cubro de palabras… la compasión del porvenir se desvela.
En tardes o noches así dentro del hábito…
adquirido penetra el fuego, dura minutos…
ha de oscilar, crepitará.
lamentaciones escuchadas en nuestro interior,
cuando cedemos hacia alturas de inescrutables consistencias…
La luz votiva, apagada muere… en nuestros cuerpos.
La noche y su lengua…ennegrece las calles,
invade el cielo grisáceo opaco.
Deja manchas desoladas en edificios,
donde se ofician los más altos sacrificios femeninos.
En erosionadas horas, por intemperismo… te descubro…
me satisfago, te hago florecer,
veo luz en tu mirada cuál hilo de agua,
eres vida en escaleras del sueño, llevados al descanso…
temporal… en escanciadas lágrimas,
acuden al consuelo del abismo del pasado y tantas sonrisas verticales,
de mujeres que han cruzado el umbral del tiempo y vida…