-En México, el Día del Padre se celebra en menor medida que el Día de la Madre. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del año pasado, aproximadamente el 50% de la población festeja el Día del Padre, en contraste con el 78% que celebra el Día de la Madre. Aunque existen más de 21 millones de padres en el país, solo una fracción de ellos reconoce y celebra esta festividad.
En el marco del próximo Día del Padre, que se celebra cada tercer domingo de junio en México, es importante abordar la importancia de la paternidad y las diversas manifestaciones de masculinidad en la sociedad actual. El Día del Padre es una festividad ampliamente celebrada en todo el mundo, trascendiendo fronteras y culturas. Aunque su origen se remonta a principios del siglo XX, tomó fuerza en la década de 1920 y se ha convertido en una ocasión para honrar y expresar el amor hacia los padres y figuras paternas.
Se ha observado un fenómeno de diversificación en la paternidad y las formas de representar la masculinidad. Muchos hombres se autodenominan padres, pero no asumen la responsabilidad o el cuidado directo de sus hijos. Esta situación puede estar relacionada con disputas por la patria potestad y el deseo de evitar ciertas responsabilidades. Resalta que esta evolución en el rol paterno tiene repercusiones sociales, económicas y psicológicas, señaló Dulce María Pérez Torres, profesora de la Facultad de Psicología de la UPAEP.
Pérez Torres menciona diferentes tipos de paternidad que se han identificado. En primer lugar, está el padre seguro, aquel que apoya el desarrollo integral de la familia y brinda un apego seguro a sus hijos. Este tipo de paternidad se caracteriza por generar sensación de cuidado, protección y sensibilidad, promoviendo el desarrollo emocional de los hijos. Asimismo, se destaca la importancia de la estabilidad económica como una forma de seguridad en la crianza de los hijos.
Dijo, no obstante, también existen formas de apego inseguro, como el apego ansioso, donde las condiciones biológicas, sociales o de salud del padre generan incertidumbre y preocupación en la familia. El apego evitativo se refiere a aquellos padres que, aunque no desatienden a sus hijos, no asumen plenamente la responsabilidad y constancia que implica el rol paterno. Por último, el apego inseguro desorganizado se presenta cuando el padre mantiene una relación intermitente con la pareja y los hijos, generando inseguridad y afectando la armonía en la familia.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) destaca que un padre comprometido y afectuoso aporta un conjunto de emociones y percepciones positivas en el desarrollo de los hijos.
En México, el Día del Padre se celebra en menor medida que el Día de la Madre. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del año pasado, aproximadamente el 50% de la población festeja el Día del Padre, en contraste con el 78% que celebra el Día de la Madre. Aunque existen más de 21 millones de padres en el país, solo una fracción de ellos reconoce y celebra esta festividad, manifestó la académica.
Dulce María Pérez menciona que los hombres también se enfrentan a cuestiones como el ciclo de vida y la paternidad, y cómo el cuerpo masculino y el estrés pueden afectar la fertilidad. Además, destaca que tanto hombres como mujeres han incursionado en el estudio de las masculinidades y su relación con la pareja.
En cuanto a la sociedad, señaló que ha habido cambios significativos en el espacio público, donde las mujeres han ganado terreno y los hombres se encuentran a veces limitados o desilusionados al tener que esperar su turno. También menciona que las relaciones interpersonales entre hombres y mujeres, así como entre hombres con diferentes roles y mujeres con diferentes roles, han sido objeto de estudio en el campo de las nuevas masculinidades.
La salud también es un aspecto abordado, ya que tanto hombres como mujeres tienen enfermedades características relacionadas con su género biológico. La Dra. Pérez Torres destaca que los hombres también enfrentan violencias y situaciones de vulnerabilidad, lo cual afecta sus relaciones.
En cuanto al miedo al compromiso y a asumir las responsabilidades que implica una familia, Pérez Torres menciona que esto puede estar relacionado con experiencias de apego inseguro en la infancia. Si un niño no experimenta una relación de pareja positiva y segura entre sus padres, es posible que tenga temor al compromiso en el futuro. Destaca la importancia de reflexionar sobre los errores pasados y mejorar para poder formar una pareja estable y responsable.
Menciona que los entornos sociales han influido en el comportamiento de las familias, y destaca que la pandemia y el confinamiento han generado cambios significativos en las estructuras familiares. Algunas parejas se han reestructurado, mientras que otras han decidido separarse. La pandemia ha resignificado la vida de las personas y ha llevado a reflexionar sobre la importancia de adaptarse a las circunstancias.
Destacó que uno de los retos para los padres que aún están al frente de familias en México es la situación económica. Muchas familias se enfrentan a dificultades económicas y deben evaluar cómo administrar sus recursos y satisfacer las necesidades de sus hijos. Además, se mencionó la importancia de considerar la educación de los hijos y adaptarse a los cambios culturales y tecnológicos, como el impacto de la inteligencia artificial en la sociedad.
Otro desafío mencionado fue el tema de la migración y la violencia en el país. A pesar de los problemas existentes, se resaltó la importancia de procurar la seguridad y buscar formas de mejorar la situación cultural, tecnológica y económica en beneficio de las familias.
En cuanto a la situación emocional de los hombres mexicanos, se hizo referencia a la disminución en el reconocimiento de la paternidad por parte de algunos hombres. Se mencionó que los hombres pueden sentir inseguridad en el ámbito laboral y en las relaciones humanas, lo que puede manifestarse en comportamientos reactivos y agresivos. Además, se destacó la necesidad de abordar la salud emocional de los hombres y proporcionar espacios de apoyo y educación para que puedan manejar adecuadamente sus emociones.
Se enfatizó la importancia de evitar comparar a los hijos y elogiar sus logros. También se instó a los padres a brindar espacio y apoyo emocional a sus hijos, al tiempo que se les recordó a los padres que también necesitan su propio espacio para desarrollarse como parte integral de la familia. Se mencionó la importancia de evitar la rigidez y fomentar el respeto, el cariño y la reconciliación en las relaciones familiares. Además, se resaltó que los padres también son seres frágiles y que es importante mostrar vulnerabilidad y permitir que los hijos comprendan y aprendan a lidiar con las emociones difíciles.