Corea Torres. exilio

 

Corea Torres (mayo 2023)

 

Poeta, escritor, crítico literario y mediador de lectura

Fue editor y colaborador de la sección de Crítica, de la revista virtual www.caratula.net

Es Mediador de la Sala de Lectura Germán List Arzubide.

Asesor independiente de proyectos literarios.

Fue autor de la columna Libros de la revista semanal MOMENTO, Puebla (1997- 2015).

Ha publicado: Ámbar: Espejo del instante (Poesía 2020. Colectivo de tres poetas. Puebla. Ed. 7 días; con el poemario aleteos de un funámbulo).

Goyenario Azul (Narrativa, 2015, Managua, Nicaragua).

Los guajolotes de donde La Güera, cuento antologado en el libro Puebla directo (Ayuntamiento de Puebla y BUAP, 2010).

ahora que ha llovido (Poesía, 2009. Centro Nicaragüense de Escritores CNE y Asociación Noruega de Escritores ANE. Premio de publicación).

Miscelánea erótica (Poesía colectiva 2007, BUAP).

Ha publicado poesía, cuento y ensayo en revistas y diarios de Puebla y Managua.

Ha impartido talleres de Creación Literaria: Poesía y narrativa, en la Casa del Escritor, en la Casa de Cultura de Puebla, en el BINE, en la Escuela de Economía BUAP; en la SOGEM, Capítulo Puebla.

 

 

exilio

 

Salir, una estancia del dilema.

Dentro se fenece o se duerme.

Dentro pareciera la vida

y el sueño la materia del camino.

 

El hombre en el medio

despelleja su pensamiento,

las diferentes capas de su inteligencia

se barajan

suponen un azar de magisterio irrepetible.

 

El hombre sale,

consigo, también quimeras

del derredor

son equipaje.

 

Luz de experiencia amenaza las retinas

pulso alterado; el dolor por tanto caminar

se esparce en las moléculas del hombre,

y le amanece, de hoy en adelante

en la oscurana de la madrugada.

 

Un día más agranda el amasijo

poros y sangre sucumben

ante el aura cotidiana,

queda el abandono,

la sensualidad de la pena.

 

 

El tiempo acuna

sin dejar su misión

de atesorar polvo.

 

La memoria no desfallece

no se permite arribo al cementerio.

El hombre afuera

queda con menos ensoñación

que aquel de adentro,

ha aprendido a desmenuzar la realidad,

da cortes precisos

heridas como labios

boca ofrecida vertiendo sangre.

La pulsión de la nostalgia

lo regresa al hogar del nacimiento

quisiera haber permanecido

pero verse las manos con la textura del exilio

lo cimbra:

otra vez el dilema,

tierra insalvable, lluvias torrenciales,

el olor de los hermanos

la savia legañosa del roce,

el sándalo apetecido en la caída de la nuca

la aventura que se corre en la carne,

la riña a pedradas,

y después, con el enemigo

beber leche al pie de la vaca,

arrugas y más arrugas en la escritura

de la madre mayor,

todo se ha ido retrasando

mientras más lejos…más cerca,

mientras más viejo…más la inocencia del recuerdo.

 

Y el hombre afuera

pensado ínsula,

reconocido en su sufrimiento,

escarnio de sus propias andanzas

no tiene remedio:

padecerá, otra vez adentro:

el delirio del retorno.