Antonio Augusto González Cruz. Por pendejo

Antonio Augusto González Cruz. Ingeniero Civil con 15 años de experiencia laboral.

Se adentra en el mundo de la plástica bajo la tutela del artista Enrique Sandoval y, actualmente, explora la técnica de la acuarela con el pintor Joel Díaz.

La literatura, es su pasión y como miembro del Taller de Escritura Creativa Miró, dirigido por Miguel Barroso Hernández, en Veracruz; ha publicado varios de sus cuentos en el periódico digital Siete Días de Puebla.

En su obra literaria, Tony no sólo refleja lo cotidiano o caricaturiza el mundo que le rodea. Defendiendo la crónica de lo maravillosa que puede resultar la realidad; es fiel seguidor del gran movimiento de escritores latinoamericanos que dio credibilidad a los aspectos mitológicos o espirituales de nuestra cultura.

 

Por pendejo

“Dos mujeres se enfrentan a puñetazos e interrumpen inauguración de la obra El último unicornio”, pregonarán los vendedores de periódico a la mañana siguiente. Pero ahora, Gasby tiene todo listo. El teatro está hermoso y él emocionado porque Dúa Tripa, la famosa actriz escocesa que defiende el papel principal, le firmará un autógrafo cuando termine la obra.

“Espero sea una fiel representación —piensa—. Por ahí escuché que el autor del libro vendrá a verla”.

La función está a punto de comenzar y ­­­Gasby le indica a los espectadores el número de su asiento.

—Señor edecán, ¿me puede acompañar a mi butaca? —lo interrumpe su esposa que luce un hermoso vestido y le sonríe.

—La gente viene muy arreglada —comenta él—. Hasta parece que se bañaron. Me recuerdan a la época de oro del Cine Mexicano. ¡Qué feliz estoy!

Sin perder tiempo, sienta a la esposa en primera fila y regresa a la entrada del teatro.

¡Quedan pocos minutos! Una hermosa chica, de pronto, aparece y le besa los labios.

—Fila 1, mi amor. Butaca 6. Te alumbro con la linterna porque están a punto de la tercera llamada.

La joven camina, se sienta y, satisfecha, anuncia su llegada a los de junto:

—¡El mejor lugar! La novia del edecán, sin dudas, tiene privilegios.

Jalones de greñas, puñetazos, vestidos rasgados…

—¡Puta!

—¡Naca!

La obra se convierte en tragedia, protagonizada por la esposa y la amante de Gasby.