P U L S O P O L I T I C O
Gabriel Sánchez Andraca
Por los problemas de la pandemia y de las medidas sanitarias para evitar los contagios, el 81 aniversario de la fundación del Partido Acción Nacional, pasó prácticamente desapercibido, aunque el PAN fue un importante elemento en la lucha por la democracia en sus primeros cincuenta años de existencia y tuvo a hombres honestos que lucharon por sus convicciones conservadoras, pues no hay que olvidar, que en este país existieron, desde su surgimiento como nación independiente, dos corrientes ideológicas, la conservadora, que siempre ha representado Acción Nacional y liberal, que durante mucho tiempo fue representada por el PRI, partido surgido de la Revolución Mexicana contra la dictadura de Porfirio Díaz.
Ha pasado mucho tiempo desde el surgimiento de ambos partidos que por décadas, en el presente siglo, tenían posturas antagónicas e irreconciliables y que terminan ya en su ancianidad, como aliados virtuales, olvidando su pasado y buscando una alianza electoral inconcebible en otros tiempos, para derrotar al que consideran su adversario común, “Morena” el partido actualmente en el poder que los apabulló con más de 30 millones de votos, en las elecciones del 2018.
Dos sexenios del nuevo PAN (el de Fox y el de Calderón) bastaron para echar por la borda toda una historia de congruencia ideológica y de promesas de honestidad y eficiencia. Ambos gobiernos panistas, resultaron no solo inmiscuidos en la corrupción, que tanto criticaron cuando estaban fuera del poder, sino que demostraron una ineficiencia monumental en el ejercicio de la función pública.
Este país, todavía está sufriendo las consecuencias catastróficas de los doce años de panismo en el poder. El partido que luchaba por la democracia y el bien común, acabó participando en grandes fraudes electorales, como el del 2006, provocando una guerra interna que todavía no acaba y que fue alentada desde el gobierno calderonista por un secretario de Seguridad, que es el causante de la inseguridad y del elevado índice de criminalidad, al aliarse con uno de los cárteles de la delincuencia organizada, más poderosos de México.
Un partido que fue fundado por gente conservadora pero honesta y patriota y que fue utilizado por grupos empresariales reaccionarios, a raíz de la nacionalización de la banca, en tiempos de López Portillo, como empleado de segunda categoría, para desplazar al PRI del poder. En esos aciagos días de los ochenta, Acción Nacional perdió toda su esencia y pasó a ser lo que es ahora: un partido sin identidad ideológica, desprestigiado política y socialmente, sin estructura y sin organización y sin cohesión interna.
En un artículo escrito por la señora Josefina Vázquez Mota, recuerda y pone como ejemplo del panismo a don Luis H. Alvarez, que fue candidato a la Presidencia contra el candidato priísta Adolfo López Mateos. Efectivamente don Luis, fue un gran político que sirvió bien al país como delegado del gobierno federal, cuando surgió la rebelión neozapatista en Chiapas, sin ser un panista de cepa, sino un ciudadano interesado en resolver los graves problemas de su país. Fue senador de la república, candidato a la presidencia municipal de Chihuahua y dirigente nacional de su partido y en todo mostró su gran calidad humana y su patriotismo, algo qwue escasea y mucho, entre los panistas de la actualidad.
Hemos dicho en este espacio que los dos partidos históricos en este país, son el PRI y el PAN, por representar a las dos corrientes que en el siglo XIX lucharon por el poder, para llevarnos a ser un país centralista, los conservadores, y una república, como somos hoy, los liberales. La izquierda en México surgió en los inicios del siglo XX, una izquierda que trata de recomponer los estropicios que en el pasado reciente, ocasionaron los priístas y los panistas en el poder.
EL PROFESOR TELESFORO Américo Guerrero, egresado de la normal rural de Ayotzinapa, considera que la reducción del presupuesto para las normales, que ha anunciado la SEP, constituye un gran error, ya que daña la infraestructura de un sistema que no solo ha servido para transformar este país, sino que sigue siendo el pivote para llevarnos a mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos.
Entendemos, dijo, que vivimos actualmente en un régimen de austeridad, pero un renglón tan importante como es la formación de maestros, con cariño a su profesión de educadores, no puede reducirse tan drásticamente como el que se pretende.
Señaló la necesidad de seguir formando a maestros de educación básica y a continuar poniendo al día a los maestros en funciones, sobre las nuevas técnicas de enseñanza, pues no podemos retrazarnos en eso, que nos pondría en desventaja a nivel internacional. Los maestros deben continuar su preparación pedagógica para ofrecer una educación de calidad que forme ciudadanos realmente útiles al país, señaló.