La relación entre el gobernador de Puebla y el presidente de México es inmejorables, mucho mejor que la que tuvo el primer mandatario con Miguel Barbosa.
Por alguna razón que aún es un enigma, los primeros años de gobierno Puebla estuvo “castigada” presupuestalmente, por la federación, 4 años en que no se hizo una sola obra en nuestro Estado con recursos federales.
Y es que, entre los temas importantes y de fondo que ocurrieron el 5 de mayo, debe ocupar el primer lugar de atención la relación y los acuerdos entre el Presidente de la República y el gobernador poblano. Hubo eficiencia política y también administrativa, con evidente beneficio para el estado. Gestión de recursos, reconocimiento a la gobernabilidad, logros en temas fiscales y una relación cada vez más cercana, en lo institucional y en lo humano, estuvieron en el primer plano entre Andrés Manuel López Obrador y Sergio Salomón Céspedes.
Desde las opiniones de actores de nivel federal, ha resultado sobresaliente la habilidad política que ha desplegado el gobernador de Puebla, en apenas cinco meses que lleva al frente de su administración. Sergio Salomón ha conseguido construir acuerdos, tanto en el orden administrativo como en el político.
De manera ágil ha gestionado ante la federación, con prácticamente todos los secretarios de Estado y el gabinete ampliado, asuntos de importancia vital para Puebla. Muchos de ellos que incluso estaban atorados desde hace años.
Uno de los ejemplos más importantes, es el de los avances en las obras para sustituir el Hospital de San Alejandro, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con su director Zoé Robledo.
También está en la lista la gestión, en tiempo récord, de más de 4 mil millones de pesos directo a obras. Con ese dinero se concretará la creación de una Línea 4 de la Red Urbana de Transporte Articulado (RUTA). Una nueva y necesaria Central Camionera, ya urgente porque hace años que ha sido rebasa en su capacidad la CAPU. La construcción de dos distribuidores viales. El mantenimiento de grandes parques y carreteras. Además del proyecto de escuelas solares, entre otros.
Recordemos que en lo que duró el gobierno de Miguel Barbosa, no se logró realizar ni un megaproyecto que implicara la participación de los 3 órdenes de gobierno e, incluso la iniciativa privada.
El gobernador de Puebla tuvo la habilidad administrativa, para concretar la devolución de mil 600 millones de pesos del crédito fiscal del Sistema de Administración Tributaria (SAT).
El gobernador Céspedes Peregrina reconoció, asimismo, las facilidades que le fueron otorgadas a Puebla, por el Gobierno de México, para recuperar esos recursos que el Gobierno del Estado pagó por las malas decisiones de administraciones anteriores al año 2019.
Una mención destacada merece el trato que López Obrador dio a Sergio Salomón, en lo referente al respaldo a la gobernabilidad que ha conseguido su administración.
Ya en la ceremonia del 161 Aniversario de la Batalla de Puebla de 1862, los discursos del Presidente y del gobernador tuvieron coincidencias ideológicas fundamentales.
La participación del poblano tuvo un alto contenido histórico, que sirvió de referencia a la defensa contra el conservadurismo, que sigue vigente y es eje de la narrativa de la actual Cuarta Transformación.
Ahí las dos piezas de oratoria, la del Primer Mandatario y del gobernador, tuvieron plena afinidad.
Céspedes ha conseguido así el restablecimiento total de las relaciones entre los gobiernos estatal y el federal.
Relaciones que estuvieron plagadas de desencuentros y episodios de frialdad, desde al menos hace una década. La relación hoy es plena.
Institucional y también humana.