Irma de la Cruz Buenavad. Doctora en Educación, licenciada en Pedagogía. Con estudios de posgrado en Psicología Educativa, Psicología y Desarrollo Comunitario, Psicoterapia familiar, Psicoterapia de niños y Adolescentes, dos Diplomados en Psicología Clínica y Diplomado en Logoterapia, Diplomado en Desarrollo humano, estudiante de la Certificación en Logoterapia. Con 32 años de experiencia académica en la Facultad de Pedagogía U.V. como: docente, directora, coordinadora de los departamentos de Psicopedagogía y Vinculación. Psicoterapeuta (consulta privada). Conferencista, y Mediadora de Lectura, Integrante del círculo de lectura Leyendo desde el Corazón, que dirige la Mtra. Xóchitl Zárate Sánchez. Integrante del equipo del programa radiofónico La hora del talento, participa en talleres de escritura creativa con Gonzalo Valenzuela.
MI NIÑA INTERIOR… RECUERDA… TENLO PRESENTE
Escuchaste tu propio llanto, y el médico dijo… es niña,
respiraste, te llegó el aroma de una sala de hospital,
percibiste lo frío del mundo exterior, cuestionaste ¿así es la vida?
sentiste apetito y te diste cuenta que junto a ti estaba mamá,
con su cuerpo tibio y nutritivo alimento.
La ternura materna es inolvidable,
deja una huella imborrable en todas las partículas y dimensiones del Ser.
Demoraste más en abrir los ojos, para cuando lo conseguiste
ya te eran familiares algunos sonidos, voces, olores,
y el inconfundible sabor de la leche materna.
Fuiste amada y educada con amor,
con sutil delicadeza
por parte de mamá,
energía, exigencia y sentido de responsabilidad
por parte de papá.
Te diste cuenta que te gustaba mucho ir a la escuela,
Disfrutabas mucho leer y escribir poemas.
Así como participar en los bailables infantiles.
Realizar manualidades y presentarlas en la exposición de fin de curso.
Sin gran esfuerzo obtenías buenas calificaciones,
hacías tus tareas escolares, ayudabas en las labores del hogar
y a papá en algunas actividades de escritorio
y otras requeridas en su trabajo.
Tenías tiempo y libertad de jugar al aire libre:
la cuerda, los encantados, las escondidas, el yoyo, rayuela;
también las matatenas, a la comidita y con tus muñecas.
Esas vivencias dieron lugar a lo que ahora somos:
trabajadoras, laboriosas, habilidosas, estudiosas, responsables, participativas,
curiosas, interesadas en todo lo que sucede a nuestro alrededor,
con una buena actitud ante la vida y sus vicisitudes,
eternas aprendices del arte de vivir.
¡GRACIAS INFANCIA, GRACIAS VIDA ¡
¡FELIZ DÍA DEL NIÑO!