El último viaje que realizó el entonces presidente Enrique Peña Nieto fue a bordo del TP01, es decir, el avión presidencial que se está rifando en una lotería sin ser el premio mayor y, fue con destino a la República de Argentina a un encuentro internacional. El vuelo fue justo en las horas finales de su administración y como suele suceder, contó con toda la tecnología de punta para mantener comunicada la aeronave.
El servicio de internet en el avión presidencial para ese viaje, del 29 al 30 de noviembre de 2018 para asistir a la cumbre del G20 tuvo un costo de un millón 181 mil 126 pesos y 99 centavos. Haga sus cuentas.
Lamentablemente la oficina de la presidencia no tiene (o no quiere revelar) cuál fue la empresa proveedora del servicio, argumentando que no existe más que la cantidad en los archivos de la Dirección General de Finanzas y Presupuesto.
Cada quien dará su punto de vista, para algunos será necesario y hasta económico pagar millón y medio de pesos por servicios de internet a bordo de una aeronave presidencial, para otros será un dispendio escandaloso y un abuso de poder.
Yo lo considero uno de los excesos que se permitieron en el sexenio anterior, ante la mirada impávida de quienes veían esas cantidades y esas facturas pasar entre sus manos.
Ahora bien, lo que urge es que el señor Juan Carlos Guerrero Torres, quien funge como director de análisis jurídico y gestión documental de la presidencia, tenga a la mano todos estos gastos de las pasadas administraciones, los ciudadanos exigimos transparencia y dar la información a medias, va contra el discurso presidencial de hacer la administración pública transparente. Los mexicanos tenemos el derecho a conocer a fondo como se emplean y se emplearon nuestros dineros desde la presidencia de la república.
«Pacto Centro Occidente por el Turismo»