Despertar las veces que sea necesario.
Abel Pérez Rojas
Despertar y tomar consciencia.
Tomar consciencia para ser, para dejar de ser esclavo y aspirar a la libertad.
Despertar y vivir a plenitud solo para darse cuenta que se trata de una ronda interminable de despertares y alcances libertarios.
¿Qué es la realidad y cuáles son sus fronteras?
Son más las preguntas, pero pocas respuestas con sustancia si no son filosóficas, de esas que sabemos va implícita nuestra existencia.
Contestaciones (de contestatio, «acción de responder a una acusación»), que vienen de lo profundo, de los abismos de la interioridad holística y sistémica de cada quien y del universo.
Duerme / halla en tu viaje el encuentro evadido / el arcoíris esclarecedor / la verdad clara y directa / duerme para despertar / para ser otra / para responder al susurro de las tres / duerme / y si con ello eres otra / valió la pena la espera / amorosa irás a la búsqueda / de la noche que viene (Duerme para despertar. APR. 2023)
Entrar conscientemente a la ronda de despertares es una realidad utópica que no tiene fin, que nos hermana con quienes miran el sol interior, quedan ciegos y entonces, se activa una visión ultra interna que se deja guiar por una lámpara sutil como la del legendario Diógenes.
Andar el camino del despertar permanente (pulpa de la educación permanente) o conformarse con la “normalidad”, con el “sentido común”, la “etiqueta” y las “buenas costumbres”, que nos ratifican el estado de bienestar, cuyos pilares son la creencia, la información y la ignorancia secundaria.
Es Morfeo provocando a Neo para que decida si toma la píldora roja o la azul en el episodio uno de Matrix:
Tomas la píldora azul… la historia termina, te despiertas en tu cama y crees lo que quieras creer. Tomas la píldora roja… te quedas en el País de las Maravillas, y te enseño lo profunda que es la madriguera del conejo.
Cierto, Neo opta por la píldora roja y se une a la rebelión, con ello surge al menos una serie de rondas de caer más y más profundamente en la madriguera del conejo.
Todo eso y mucho más está detrás de lo que me llevó a escribir en julio del 2012 el poema: Di que sí.
Di que sí, arroja unos versos finales que me decantaron a elegir que mi tercer poemario se llamara Píldora roja.
Hace unos días se cumplieron diez años de la publicación de Píldora roja.
Di que sí me dio unos versos que han sido para mí una especie de recordatorio constante de mi labor cultural y educativa:
Traigo del inframundo huestes convertidas: / haraganes convencidos por la liturgia del trabajo, / herejes revitalizados en sus doctrinas, / mercenarios juramentados en la lealtad / y Furias arrepentidas de su labor. / Heme aquí hablándote al oído, / tratando de que ingieras la píldora roja: / ¿Quieres ser de los nuestros?
Despertar y tomar consciencia.
Provocar que otros tomen consciencia.
Sinergia detonada entre quienes han dado algunos pasos en el despertar y han confirmado las mieles de salir de la comodidad corruptora del día con día “normal”.
Conversión, convencimiento, trabajo, revitalización, juramentación, lealtad, arrepentimiento, voz sutil, ingesta.
Aquí el poema íntegro:
Le hablé al vacío y su voz escuché, / su presencia me enmudeció / y experimenté su grandeza. / Viví son escasez de silencios, / llené con distractores mi vida, / ningún momento estuve solo, / no fue grato recordar su presencia. / La experiencia etérea es reproche, / es bofetada a la miseria, / es un zape a la inteligencia, / es para dosificarla estrictamente. / Así, me alejé de los mares, / rehuí a los bosques, / dije adiós a la amistad / y a la empatía. / Viví al día con día, / confié en las mayorías, / en el buen juicio y en la medicina. / Heme al borde de la muerte, / sequedad de la aridez extrema, / penuria intelectual hija de la orfandad. / Heme reinventándome, / generando nuevos bríos / para hablar de nuevo al vacío, / para dialogar con los serafines, / para cortejar a las musas / y poseer rincones virginales. / Traigo del inframundo huestes convertidas: / haraganes convencidos por la liturgia del trabajo, / herejes revitalizados en sus doctrinas, / mercenarios juramentados en la lealtad / y Furias arrepentidas de su labor. / Heme aquí hablándote al oído, / tratando de que ingieras la píldora roja: /¿Quieres ser de los nuestros?
A diez años de Píldora roja escribo esto en Domingo de Resurrección (9 de abril de 2023), según la tradición cristiana, para confirmar, ratificar, suscribir que, el despertar no tiene fin y que hay que hacerlo para caer en cuenta de en dónde estamos y quiénes somos.
Despertar, no hay de otra.
Y luego… lo que venga.
Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com) es escritor y educador permanente. Dirige: Sabersinfin.com