Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980)
Es Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.
Un líder académico efectivo es quien cambia el estado mental: Deja de creer que la calidad de la escuela se encuentra en algún extremo entre lo bueno y lo malo. Es importante ver las cosas con claridad y objetividad, reconociendo ventajas y desventajas
-Eduardo Andere Martínez
Transformación cultural de la gestión escolar
Las escuelas son diferentes y complejas con necesidades, ritmos de aprendizaje y dificultades del siglo XXI, mientras nuestras prácticas actuales son repetitivas y expositivas, se continúan utilizando métodos, técnicas, edificios y docentes de siglos anteriores. Las exigencias han cambiado, se ha reconfigurado la concepción de las instituciones, de la gestión escolar, función directiva-docente, programas y acciones generadas para el fortalecimiento de una buena gestión, así como de las competencias que todo directivo o docente que deben poseer, adquirir o desarrollar para una mejor función.
Las instituciones escolares es menester analizarlas desde una postura o un sistema interdependiente, sistémico, evitando paradigmas individualistas y fragmentarios que no dan respuesta a los requerimientos del contexto en el cual están inmersos. Debe de existir un efectivo liderazgo directivo para saber hacia dónde va la escuela (planificación real), qué se pretende lograr, evitando empecinarse en prácticas erróneas, poco significativas o poco favorecedoras de herramientas básicas que les permita a los educandos aprender a aprender continuamente, de aprendizajes que no impacten a futuro o centradas en esquemas administrativos y de control.
La escuela actual debe enfatizar una organización compartida, en donde se cree, investigue, tome decisiones para generar nuevo (s) conocimiento (s), aquí los actores educativos aportan desde el aspecto individual y en equipo. Todo el personal construye, no sólo el directivo al cual se concibe como un líder pedagógico que debe de promover la innovación, creatividad, la reflexión ante cada acción, la toma de decisiones para que así se pueda en primer lugar reconocer y posteriormente dar solución a las problemáticas (movilidad docente).
Las metacompetencias que todo directivo debe de poseer son claras, precisas y son un referente, nos enseñan a situarnos en una gestión centrada en lo pedagógico (no administración), preocupada en repensar la función, (no limitarse a la currícula) sino al logro de los aprendizajes en las diversas formas para adquirir y facilitar el conocimiento (s), teniendo múltiples objetivos presentes para que de manera permanente se puedan formar ciudadanos competentes, esto es un giro a las concepciones reduccionistas, y con este nuevo modelo se construye al sujeto como ser integral, complejo y producto de interacciones múltiples.
El principal reto como líderes a mí entender es la transformación de los paradigmas poco propositivos que existen en la escuela, la modificación de las distintas formas de trabajo erróneas que no estén a la par de las realidades educativas, es urgente la creación y promoción de una cultura en donde todos los sujetos son capaces de influir en su determinado contexto, en darnos cuenta de nuestra realidad en la que estamos ubicados y en reconocer en que puntos no logramos hacer una mejoría.
El directivo actual concibe su función como una profesión de mejora permanentemente, es conocedor del aspecto normativo y legal para cumplir correctamente las indicaciones que la Secretaría de Educación manda, mide si la gestión es pertinente de acuerdo a los logros o avances en su contexto, valora el trabajo en equipo como punto medular en la resolución de trabajos. Ser director hoy en día es una labor preponderante al valorar, cuantificar, organizar, retroalimentar, proporcionar información válida, para verdaderamente ser el líder transformacional y pedagógico en cada institución.