Jorge Marcelino Alejo
No deja de asombrar, que un banquero proponga que se debe cambiar la forma de distribuir la riqueza.
Y sorprende más, que Daniel Becker Feldman presidente de la Asociación de Bancos de México –ABM- reprenda que cuando hay crecimiento económico no se distribuye en forma equitativa la riqueza. De hecho, añade, este es uno de los temas en que se tiene que trabajar como banca, como sociedad, país y política pública.
Debemos decir que Becker Feldman entrevistado por la Organización Editorial Mexicana -OEM-, entrega esta semana la presidencia de la ABM durante la 86ª Convención Bancaria 2023 que se efectuará en Mérida. A su relevo llega Julio Carranza presidente de BanCoppel.
El punto fundamental es que no pasa desapercibido, que desde la banca se alza la voz para que cuando haya crecimiento económico, se distribuya la riqueza generada buscando la equidad en el ingreso.
Aquí entendemos, que si se cambia a una forma equitativa, se podrá contribuir al bienestar de la población, y de ahí vendrán las condiciones necesarias que se requieren para el crecimiento económico del país.
Le comento carísimo lector, que años atrás también sorprendieron empresarios del comercio y de la industria, cuando ellos demandaron el alza salarial para la clase trabajadora. Su principal razón fue que en una economía deprimida, es necesario aumentar el poder adquisitivo de la fuerza laboral, para alentar el consumo y se propicie la reactivación de la economía. Tan sencillo como eso.
Y en esta ocasión, la propuesta de la banca tiene mucha afinidad, sobre todo por las actuales condiciones de la economía mexicana que se enfrenta a la recuperación de la actividad económica que se vio afectada tras dos años y medio de la pandemia Covid 19.
Es de esperarse entonces, que si cambia la forma de distribuir la riqueza que se genera, como consecuencia mejorará el bienestar de la sociedad, con lo cual se irá reactivando la economía. Más ahora que se vislumbra una desaceleración económica a nivel global, y el país, necesita cambios estructurales que fortalezcan su economía y aliente el crecimiento a largo plazo.
El contratiempo que se deja entrever, sin embargo, es que se tendrá que trabajar duro en ese cambio que no está a la vuelta de la esquina.
Pero hacía falta que se hiciera una propuesta con el enfoque específico de una justa distribución de la riqueza. Y qué bueno que la hizo un banquero que se supone, la tiene medida conforme a su experiencia en el quehacer bancario.
M E M O R A N D U M
PIPAS
Vaya virajes que toma el problema del abastecimiento y calidad del agua.
En momentos en que 475 mil usuarios de Agua de Puebla, se disponen a demandar a Concesiones Integrales por incumplimiento en el saneamiento del líquido, y que devuelva el dinero que se le pagó para ese propósito, el Gobierno de la ciudad de México negoció con 25 empresas que tienen concesiones de pozos, para que compartan el agua que les sobra y esa urbe afronte la temporada de sequía.
La distribución del líquido será a través de pipas, o bien dependerá de la ubicación de las empresas para que se conecten a la red.
El convenio se antoja un tanto extraño, sobre todo porque los empresarios aceptaron, pero las pláticas continuarán con 159 empresas que explotan pozos según lista que dio a conocer la Conagua. Y hablamos de cerveceras, inmobiliarias, embotelladoras, industria de alimentos y farmacéuticas.
Pues bien, de haber empresas en Puebla que tuvieran alguna concesión similar ¿Procedería un acuerdo similar? valga la redundancia.
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