Romper el silencio
A veces hay que romper el silencio,
una estampa acompaña, gráfica iluminación,
en casa.
Lluvia alberga la nube,
bifurca designios de seda;
pintura del ciprés fue, día a noche,
transpies del talón.
La encina pernocta su propia sombra y lluvia…
suave suceso de lluvia… mi vida…
entre árboles.
El sol vierte su luz …
entre retorcidas ramas arces, mudas y pálidas palabras,
¿llorar por lo perdido?
Mi boca no es umbral, llaga doliente es.
Atracción decidida, pensamiento de quién.
el ave ostenta su febril … agorero vuelo.
El ombligo se estira y reduce,
se emblema de humanidad,
las llagas del sortilegio;
Venus en laberintos de espejo
al mostrar el lado oscuro de tu mente desquiciada…
tu útero siempre vacío.
Sal con que te ungieron en aquel supersticioso ritual…
recordar y olvidar es lo mismo.