ZUBIETA RAMOS nació en Campeche, México, Presidenta de la Academia Nacional de Literatura de la SMGE, miembro de la Sociedad de Escritores y Artistas Españoles; promotora cultural, ha participado en 22 Antologías nacionales e internacionales. Ha fundado 15 bibliotecas comunitarias. Ha publicado dos libros de su autoría, uno de poesía y otro de cuentos cortos. Publica en revistas literarias. Participa en Encuentros de Escritores y ofrece recitales poéticos en diversos Centros culturales. Le han otorgado múltiples reconocimientos por su amplia trayectoria literaria.
Nuestro lecho es una barca
Nuestro lecho…es una barca…
a veces plateada…a veces dorada,
testigo de entregas y desmayos,
donde se han planeado
viajes y aventuras,
y una que otra travesura…
Ha sido lugar donde se han curado heridas,
sanado enfermedades,
y donde han convivido
risas y lágrimas.
Nuestro lecho… es una barca…
con velamen firme,
que se ha enfrentado
a vientos y borrascas,
pero también ha sido
nuestro sitio predilecto,
cuando la mar está en calma.
Ha sido nido de celos y de dudas,
pero también ahí,
se han aceptado errores y equivocaciones,
y ha guardado, silenciosamente,
el susurro de perdones.
Nuestro lecho…es una barca…
Que ha navegado dulcemente,
al ritmo de una samba,
bendito espacio donde procreamos un hijo.
Y que nos ha arrullado, románticamente,
al vaivén de una hamaca.
Ahí…se han hecho planes,
forjado sueños…
tomado importantes decisiones,
nuestros cuerpos se han entregado totalmente
y han descubierto la magia.
Nuestro lecho…es una barca…
que, como caja de sorpresas,
nos descubre cada día,
el misterio de la vida,
y nos enseña a cada momento,
que debemos vivir,
con valor, sin miedo y con constancia.
Nuestro lecho… es una barca…
que ha sido cuna de caricias,
laboratorio de emociones
y fábrica de risas y de carcajadas.
Nuestro lecho… es una barca…
firme y segura,
que, a pesar de largas travesías,
de conquistas y múltiples batallas,
parece llevarnos, al fin,
a una lejana playa,
donde tomaremos otra barca,
que nos traslade, al mágico océano,
donde eternamente viven
las almas que se aman.