Odila Benítez Franco. Porque la pintura también es poesía

 

 

Odila Benítez Franco (Asunción, Paraguay/1961) Artista emergente a pesar de la edad, autodidacta. Especialista en Estimulación temprana para niños con discapacidad y ha trabajado con ellos por medio del arte durante mucho tiempo. Desde hace dos años se dedica de manera profesional a pintar, tiene tres exposiciones presenciales en su ciudad, Asunción y otra en Monterrey, México, de las virtuales lleva más de 40 participando. Entre ellas dos Bienales en República Dominicana, una Mención en el V Salón de Pequeño Formato dentro del enmarque de la XIV Bienal de la Habana. Sigue con sus estudios de técnicas pictóricas con la maestra Lorena Viveros y también terminó Historia del Arte en la Universidad de Palermo Bs. As

 

Título: La máquina de coser de la abuela

Autora: ODILA BENITEZ FRANCO

 

La máquina de coser de la abuela

 

La obra quiere rendir un tributo a la mujer paraguaya anónima que sostiene no sólo la familia sino la cultura y los valores de una nación, lo hago con el nombre de mi abuela Simeona Britez de Franco, nacida el 23 de abril de 1910. Casada con Marcelino Franco quien fue para la guerra del chaco un 29 de julio de 1932, dos días después nace mi madre.

Se pasa esos dos años yendo al puerto de Concepción cada día a buscar entre los muertos y heridos si encuentra a su esposo, cosa que acontece dos años después. En los cuales la abuela se sentó a pedalear su máquina de coser para sostener a su familia, lo que llegara desde uniformes de soldados a trajes de novia, ella los hacía. Al terminar la guerra el abuelo iba a los aserraderos de los montes a trabajar, ella siempre detrás de su máquina. El país se ve envuelto en revueltas sucesivas, la mayor en 1947, ella firme con su trabajo resistiendo desde ese sitio (existen historias terribles en estos tiempos)

No ha sabido de vacaciones o descansos, trabajó hasta que pudo llegando a los 90 años. Jamás tuvieron una tierra propia

La razón de este trabajo es decir que la mujer común esa anónima (hoy lo hago con el nombre de mi abuela) la que trabaja cada día, sosteniendo una familia no sólo con el sustento sino la que educa en valores, que transmite su sabiduría popular, sus conocimientos ancestrales de la medicina tradicional (había pocos recursos para poha botica o médicos) la que conservo la lengua (único bastión jamás conquistado ni colonizado) nuestro dulce guaraní. Sus valores morales y su religiosidad. Hasta hoy me pregunto ¿cómo entre tanto sufrimiento se había mantenido tan dulce, tan pacífica y tan piadosa?

En su nombre a todas las mujeres como ella de esta nuestra amada nación ¡¡¡GRACIAS!!!

 

ODILA BENÍTEZ FRANCO

Poeta y artista plástica

JULIO/2021