Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980)
Es Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.
Debo confesar que dos veces aprendí a escribir: Mi primera maestra de escritura fue mi madre quien con dedicación y paciencia con un prestigiado libro me enseñaba a entender esas grafías para mí complejas en esa etapa, palabras que significaban algo, para posteriormente escribirlas de nuevo; posteriormente en el posgrado a través de diversos trabajos me exigían las investigadoras cada vez mayor calidad en mis producciones, desafíos que mejoraron significativamente mi forma de pensar y escribir. Por esta razón enfatizo que dos veces aprendí a escribir (reaprendí) siendo mujeres mis profesoras
-Jesús Alberto Cervantes Villegas
Alfabetización inicial. Adquisición de la lengua escrita
Hoy en día la escuela debe de responder a las necesidades y exigencias actuales de la sociedad del siglo XXI, estar siempre a la vanguardia corresponde una de las tareas permanentes de la escuela primaria y el reto de potencializar a los educandos no sólo con conocimientos sino también con las bases y herramientas necesarias que le permitirán aprender de manera continua en su escolaridad y en su cotidianidad, aspectos que en ocasiones se nos olvidan que van en conjunto, y no de forma separada, y que repercuten en los aprendizaje de los estudiantes.
Es sabido por todos los educadores los múltiples beneficios que trae consigo la actividad social que representa la lecto-escritura, la cual es una herramienta con la que aprendemos y seguiremos aprendiendo cotidianamente, posibilitando la adecuada inserción de los individuos en los diversos ámbitos en donde se desenvuelva, por lo que se recomienda un buen desarrollo y consolidación de estos dos instrumentos de aprendizaje que facilitará una adecuada comprensión lectora, útil en el aprendizaje permanente y con las demás asignaturas de la currícula.
Actualmente existen muchas estrategias o propuestas de enseñanza de la lecto-escritura que los docentes tratan de recuperar, organizar y aplicar en sus aulas con la finalidad de que los niños lean de manera correcta. En educación primaria hay una serie de etapas o procesos en lo que se refiere a la escritura, siendo esta clasificación aceptada y en donde se diferencian las diversas características de los alumnos. Esta es la pre-silábica, silábico, silábico-alfabético y alfabético.
Cada docente a partir de su formación tiene una manera de abordar la lecto-escritura, de otorgar un significado a lo que lee, y escribe. La lectura y escritura es un proceso complejo y dinámico que no se reduce con el simple hecho de decodificar y copiar textos sin sentido (mecánicamente), y/o reproducirlos fielmente que se constituye como una práctica errónea en donde se señala que ya aprendió a leer y escribir.
Los docentes deben realmente implementar y/o promocionar como señala la autora Romero (2004) “el uso del lenguaje escrito y su reflexión con otros, al mismo tiempo que la producción y discusión sobre la escritura” (p. 9) es decir el aula es una espacio maravilloso y sin límites en donde se debe favorecer actividades lúdicas, a partir de la creación de diversas situaciones didácticas en donde se involucren a todos y sean partícipes de la gran variedad de prácticas sociales que los conviertan en sujetos hábiles y competentes.
Una recomendación importante para los docentes de primer año o que están encargados de la enseñanza de la lecto-escritura en los primeros grados de alfabetización inicial es que los profesores descubran el nivel de escritura en el que se encuentran los niños, ya que les permitirá ajustar sus métodos y planes de clase, para facilitar y/o coadyuvar los aprendizajes de los niños. Todo docente experimentado sabe cómo despertar el interés y abordar favorablemente estas prácticas sociales, las cuales pueden ser trabajadas de forma individual y/o en equipo dependiendo de los aprendizajes esperados. Es decir, parafraseando a la Dra. Ferreiro (2004) “en la creación de las condiciones para que los alumnos aprendan a su ritmo, y sean capaces de construir un vínculo amistoso y de confianza con el mundo”. (p. 45)
Existe un sinfín de actividades en las que puede apoyarse el docente para madurar al educando no solamente cuando ingresa a su educación prescolar, sino que los padres de familia pueden apoyar en esta diversidad de acciones como son: los diversos movimientos y funciones básicas (lenguaje, orientación espacial), los diversos trazos con su aparato psicomotor, trazos de formas básicas, que lo prepararan incluso antes de ingresar a primer grado. Es menester señalar que en los primeros años de escolaridad se debe de propiciar y/o fomentar el trabajo en equipo, colaborativo, en parejas, etc. Toda esta gama de actividades en donde ellos participen activamente, construyan y asuman una función como un integrante importante que ayudará a la realización de la actividad en cuestión, esto en un futuro les posibilitará tener una convivencia sana, y además trabajar en un clima armónico.
El método de enseñanza se determinará a partir de diversos criterios que el docente, directivo, padres de familia y gracias con el apoyo del CTE se analizarán la pertinencia del método más adecuado a las características y contexto grupal. Para ello me apoyo sobre esta misma idea que Romero (2004) señala:
Que los procesos educativos son más ricos y favorables al desarrollo de la persona en la medida en que superen el simple memorismo, mecanicismo o el adiestramiento y que potencien, simultáneamente, la capacidad de pensar, de construir saberes y de integrar habilidades y conocimientos previos con nuevos como de una ciencia con otra (interdisciplinariedad). (p. 23).
Esto representa una sugerencia a tomar por parte de los profesores sobre la selección del método de enseñanza de lecto-escritura más idóneo.
Finalmente hay que resaltar el papel fundamental de docente durante el desarrollo de todo el proceso del aprendizaje de la lecto-escritora, el acompañamiento en cada uno de los diversos momentos, en el uso de material y recursos, y el enlace con los padres, posibilitará el mayor éxito de su propuesta de trabajo. Un punto nodal es que, en cada paso de los niños, en cada producción y movimiento para ellos sea significativo, ya que constituye un cimiento pedagógico, una base sólida en su trayectoria como un lector y escritor competente, que los incorporará como asiduos practicantes de una cultura.