El hombre es una multitud solitaria de gente, que busca la presencia física de los demás para imaginarse que todos estamos juntos.
-Carmen Martín Gaite
A veces te encuentras entre multitudes, rodeado de personas con las que casi no puedes interactuar porque no los conoces, hay desconfianza, o bien; la tecnología nos aleja en vez de favorecer el contacto humano. He acudido a lugares turísticos, festivales, supermercados, plazas, conciertos, encuentros deportivos, carnavales, etcétera y casi siempre siento la misma sensación de soledad y vacío.
El ir acompañado con la familia o con amigos a esos eventos multitudinarios ayuda un poco a relajar el ambiente tenso que a veces se siente, me refiero a que debería haber más confianza, vamos, somos la misma especie, a lo mejor tiene que ver en la forma en que nos educaron, con los mismos paradigmas. Desde pequeños nos inculcaron no hablar con desconocidos.
Siempre es bueno socializar, ayudar en lo que se pueda, es curioso, porque estamos en una era muy avanzada tecnológicamente hablando, se supone que deberíamos estar más comunicados, por ejemplo, en una reunión familiar, algunas personas están más pendientes de sus dispositivos móviles, que descuidan la sana convivencia con sus familiares.
En las redes sociales no tienes la misma interacción que cuando la persona está enfrente, igual pasa con las redes de telefonía, claro que también tienen sus ventajas, por ejemplo, si una persona vive a larga distancia, tienes acceso a ella fácilmente, o si en una emergencia tienes que comunicarte con una persona rápidamente, puedes hacerlo, entonces la tecnología bien aplicada es una herramienta poderosa, el problema es cuando nos desconectamos totalmente de la realidad para estar inmersos en el ciberespacio o en los mundos virtuales de los videojuegos gran parte de tu tiempo y descuidas la vida social.
Nos sentimos solos porque a pesar de estar rodeados de tanta gente, sólo vemos su exterior, sólo percibimos su actividad física, no vamos más allá y escudriñamos su interior, no se genera un vínculo emocional, por eso olvidamos su rostro fácilmente, hay que mostrar un buen semblante siempre para atraer gente positiva a nuestras vidas, por eso hay que trabajar en uno mismo y crear nuevos lazos con los demás y así nunca estaremos, ni nos sentiremos solos.