- El Dr. Javier Urbano, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la IBERO, coordinó la publicación del libro ‘Integración de poblaciones migrantes. Un acercamiento multidisciplinario’
Pedro Rendón
Los impactos emocionales de la movilidad migratoria -salida, tránsito y llegada- no se están entendiendo, ni atendiendo, señaló el Dr. Javier Urbano Reyes, académico del Departamento de Estudios Internacionales de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
Por un problema de operatividad y lectura unidimensional de la migración, se atiende nada más la protección jurídica -con muchas deficiencias-, y esta atención se encuentra centrada en la gestión de la movilidad migratoria, es decir: contención, represión, entrada, registros, salida y deportaciones.
Así que, con el fin de tener más posibilidades de detectar diferentes herramientas de gestión de atención a las personas migrantes, y como las respuestas de quienes estudian la migración son cada vez más limitadas, es necesario que en este tema haya un acercamiento desde otras áreas del conocimiento; como la psicología, la salud y las políticas públicas, dijo el docente.
En atención a esto, Urbano coordinó la elaboración del libro ‘Integración de poblaciones migrantes. Un acercamiento multidisciplinario’ -publicado por Ediciones Ibero-, en el que se abordan: los procesos de integración de poblaciones inmigradas asentadas en Perú; se plantean, desde la teoría, algunas premisas básicas de cómo interpretar y valorar los procesos de integración; se plantean los escenarios vinculados a la salud y salud mental de las poblaciones migrantes; y se muestra una investigación acerca de las políticas de integración del País Vasco.
A los casos de Perú y el País Vasco se suma el de la incorporación de personas centroamericanas al mercado laboral de México, en la búsqueda de elementos comparativos que pudieran ser marco de referencia, y por tener los tres “una especie de raíz común, pues buena parte de la movilidad migratoria se da por razones de violencia intrafamiliar”. Además, se han detectado afectaciones graves en la salud de las personas cuando están en proceso de movilidad, por ejemplo, depresión.
Del lado opuesto, el profesor de la Maestría en Estudios sobre Migración mencionó que entre las acciones que propiciarían la legitimidad de las y los migrantes en las sociedades receptoras, se encuentra hacer caso a la recomendación de la Agenda 2030, de atender a las poblaciones migrantes como un tema de política de desarrollo; lo que implicaría darles acceso a beneficios sociales.
También se debe trabajar con esas personas en función de un estudio de necesidades específicas, perfiles concretos y bien definidos, lo que implica atender las características propias de las entidades locales, es decir, que la entidad local sea el laboratorio donde se operen las estrategias de integración, que ciertamente partan de una política general nacional. Por tanto, hay que dar cabida a actores locales interesados en la migración, “para que nos ayuden con su conocimiento local a atender necesidades concretas de gente concreta”.
Asimismo, debe haber una política que hable de cómo atender una integración fluida, lo menos traumática posible, para las personas deportadas a México o inmigradas en Estados Unidos, donde además requieren apoyo consular.
De vuelta al libro, el docente de la IBERO comentó que ha sido bien recibido en España, Perú y Colombia, y en México igualmente ha tenido una recepción muy agradable en diversas universidades, “que nos han hecho saber que les está siendo de utilidad el trabajo que estamos haciendo”.
‘Integración de poblaciones migrantes. Un acercamiento multidisciplinario’ estará a disposición del público general en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, y aunque Urbano Reyes desconoce si será presentado en esta feria, sí se harán tres presentaciones de la obra este semestre, una de ellas organizada por el Observatorio Iberoamericano sobre Movilidad Humana, Migraciones y Desarrollo (OBIMID), de la Universidad Pontificia Comillas, actividad virtual a la que concurrirán docentes de 20 universidades.