Por Teodoro Rentería Arróyave
TERCERA Y ÚLTIMA PARTE
Ahora concluimos esta serie sobre la presentación del libro: “Breve Crónica del Sindicalismo en México”, de la autoría de Pedro Haces Barba, secretario general de la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM, que se llevó a cabo en el auditorio del Museo Interactivo de Economía, MIDE:
Regresemos en el tiempo, escribe en su obra bibliográfica, Pedro Haces, para narrar detalles de una hazaña en los orígenes del movimiento obrero en estas tierras mexicanas, se le reconoce como la primera gran rebelión minera de la nueva España y América, en general, acontecido en las minas de la veta de Vizcaya en Real del Monte jurisdicción de Pachuca, ligada a Pedro Romero de Terreros, conde de Regla, quien en su tiempo era considerado como uno de los hombres más ricos del mundo, pero también como patrón explotador.
Si bien es cierto, agrega, en el Constituyente de 1857 los derechos de los trabajadores no son consagrados en la Carta Magna, fueron ampliamente discutido sin llegar a su reconocimiento, pues que como señala, Mario de la Cueva, el valor absoluto que los defensores del individualismo atribuyen a la propiedad privada, a la influencia de la escuela económica liberal, constituyeron, no obstante, un obstáculo insalvable.
Ahora, basado en este libro, afirmó que no se entendería El Movimiento Obrero, sin la contribución del periodismo. Vamos por partes, en la Crónica de Haces, explica que en las décadas siguientes permitieron el florecimiento de nuevas funciones a lo largo del país que motivaron el desarrollo de medios de comunicación preocupados por difundir las ideas del proletariado, como “El Socialista”, periódico semanario destinado a defender los derechos e intereses de la clase trabajadora, cuyo primer número apareció el domingo 9 de julio de 1871, estuvo en circulación por más de 17 años, en él colaboraba entre otros periodistas, Guillermo Prieto y fue impreso por Juan de la Mata y Rivera, además de otros importantes medios a los que nos vamos a referir.
Los conflictos no son ajenos a la sociedad y a la autoridad, las organizaciones fueron ganando aceptación y respeto en el ámbito industrial lo que permitió que el 5 de marzo de 1876, realizar en la ciudad de México el Primer Congreso General de Obreros de la República Mexicana, en el cual se reunieron 95 delegados entre obreros y artesanos, el propio periódico “El Socialista” publicado ese día, narra esa realización, pero hay otros más que apoyaron al Congreso buscando la ruta del sindicalismo primigenio para trabajar por la dignidad, el progreso y la educación de los trabajadores y sus familias. La inauguración se realizó en el templo de San Pedro y San Pablo, que se convirtió en sede de las reuniones del gran Círculo de Obreros de México
Por acuerdo del presidente Juárez se convocaron al poeta Juan de Dios Peza; al periodista y también vate cubano, José Martí; Gustavo Baz, y a Gerardo Gómez Silva, además de los integrantes del Congreso General.
Al final de la segunda mitad del siglo XIX en México prevalecía la máxima de “Poca política y mucha administración”, que se había convertido en el motor del gobierno porfirista, aunque para los hermanos Flores Magón, seguía de manera contraria: “mucha política y poca administración”, pues había muchas complacencias que hundieron al gobierno en un mar de incompetencias que afectaban a la nación.
México había alcanzado en 70 años, ser una nación independiente y de grandes cambios que no estuvieron exentos de inquietudes, revoluciones, levantamientos y pronunciamientos, mismos que no fueron limitantes para el progreso que incorporó en el panorama nacional las vías del ferrocarril, la ampliación de la capacidad portuaria y el crecimiento de la planta industrial.
Pero para lograrlo, se impuso el uso de la fuerza pública a fin de detener las apremiantes reivindicaciones y las mejoras de la clase trabajadora, “en ese contexto del espíritu de asociación que facilita la práctica del sistema cooperativo, debemos estimularlo” afirmaba el semanario “La Convención “Radical” órgano del movimiento obrero, considerando que la clase trabajadora debería ser tratada con unos elementos de orden, de paz y de progreso.
Sigamos con el periodismo, como un atisbo en la última página del primer ejemplar del semanario en “La Convención Radical Obrera” de 1901 se publicó el directorio de la sociedad mutualista en la ciudad capital que mencionaba a los nuevos gremios que se iban gestando, tales como el de músicos, talabarteros, actores, declamadores, sastres o peluqueros.
La posibilidad de esta convocatoria obrera a pesar de las reacciones contrarias de la población y del gobierno dio la pauta a la conformación de esos medios de divulgación que iniciados con El Socialista” 1871, contaban con semanarios como “Revolución Social” 1978 en Puebla, periódico oficial “El Círculo de Obreros” 1879, que se creó como competencia del socialista en demanda de la representación laboral; “El Hijo del Ahuizote”, en su primera etapa y semilla de grandes periodistas e intelectuales, promotores de los derechos de los trabajadores, y “La Convención Radical” de 1888 que representaba a la propia Convención Radical Obrera como organización gremial en activo o “El Obrero Mexicano” 1892 y “VEZPER” 1910, que enfocaban sus esfuerzo en difundir el pensamiento de la lucha laboral; el semanario por cierto, fue dirigido por Juan Belén Gutiérrez de Mendoza, que colaboró en el “Diario del Hogar” y en “El Hijo de la Ahuizote”.
Muy importante, nos recuerda, Pedro Haces fue esa tirantez entre la evolución de las ideas y la búsqueda de garantías, de donde surge la resistencia política que definiría los albores de la Revolución Mexicana, con estas ideas.
Los hermanos Enrique, Jesús y Ricardo Flores Magón junto con un grupo de intelectuales de corte radical fundaron el Partido liberal Mexicano PLM, en cuyo manifiesto y programas se postulan reivindicaciones obreras, Tales como la jornada laboral de ocho horas, el establecimiento de un salario mínimo y la indemnización patronal por accidentes de trabajo, y su muy trascendente diario: “Regeneración.
Por cierto, el gremio organizado, conformado por la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX; Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, y nuestro ente continental, Federación Latinoamericana de Periodista, FELAP, anualmente entrega el Premio México de Periodismo, “Ricardo Flores Magón”.
Concluimos con la conformación de una nueva fuerza sindical como respuesta a la debacle que representó la aplicación de las políticas de los neoliberales para la clase obrera y, en general, para la sociedad mexicana; aunado al desgaste de las organizaciones sindicales y debilitada la fuerza de las viejas centrales de trabajadores, por ello fue necesaria una renovación sindical, capaz de velar por los intereses de los trabajadores, buscando ampliar el espectro de su protección y garantizar la igualdad de oportunidades para todas las personas que se enfrentan al mundo neoliberal, con el interés de otorgar a la sociedad una alternativa construida desde el conocimiento de la experiencia sindical, así es, en 2010 se fundó la Confederación Autónoma de Trabajadores y Empleados de México, CATEM.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com