Gabriel Sánchez Andraca
Antes de las elecciones federales y locales del 2018, el partido Revolucionario Institucional presumía tener en el país 6 millones 300 mil afiliados; el partido Acción Nacional, hablaba de más de 2 millones de miembros de esa organización. Eran los partidos políticos más fuertes de México.
Pero ese año, como dice una conocida canción, “vino el remolino y nos alevantó”. Fue el remolino electoral que hizo triunfar en forma apabullante al candidato presidencial del Movimiento de Renovación Nacional, Morena, y los grandes partidos nacionales se hicieron chiquitos.
EL PADRON REALIZADO EN EL PAN, HIZO BAJAR su militancia, a un número apenas suficiente para mantener su registro y ahí está estancado hasta la fecha, y el PRI y el PRD, han seguido teniendo deserciones después de la dramática baja de hace cuatro años.
De acuerdo con el Instituto Nacional Electoral, el PRI tiene ahora apenas 2 millones 65 mil afiliados y la mitad de estos se concentran en las entidades que aún tienen gobiernos priistas, como son los casos del Estado de México y Coahuila, que este año tienen elecciones y podrían perder. En el caso del PRD, ha perdido su registro en 22 entidades del país, aunque sigue manteniendo su registro nacional.
El Estado de Puebla está entre los que han perdido el mayor número de afiliados: la entidad poblana, así como Jalisco, Aguascalientes y Quintana Roo, apenas alcanzan más de 5 mil miembros, sin llegar a los 6 mil.
En cambio en los estados de México, Coahuila y Nuevo León, mantienen una militancia de 793 mil empadronados en el primero; 220 mil en el segundo y 235 mil en el tercero. En las elecciones de este año en los dos primeros, podrían cambiar estos números, aunque los comités estatales, aprovechando las campañas políticas que se realizan, están invitando a afiliarse o re- afiliarse a todos sus simpatizantes.
HEMOS HABLADO EN ESTE ESPACIO, DEL DESCUIDO que las dirigencias nacionales del PRI, PAN y PRD, que constituyen la alianza Va por México, no hacen un buen trabajo para reponerse del duro golpe que recibieron en el 2018.
No hay un trabajo serió de reorganización; han perdido su ideología, su estructura y consecuentemente su organización y además confrontan fuertes divisiones internas y ni éstas han podido resolver.
La confrontación en el PRI nacional, es más seria de lo que parece; la del PAN local, parece irreconciliable y el único que por lo menos hace esfuerzos para salir del hoyo, es el PRD.
Como alianza opositora hacen un triste papel y en cuatro años no han podido presentar un proyecto de país distinto al que desgobernaron durante tanto tiempo: Más de treinta años de neoliberalismo son muchos años y por lo que dijo el día de la Constitución el presidente del Congreso federal, Santiago Creel, panista él, quieren diálogo con el gobierno para llegar a acuerdos y esos acuerdos no pueden darse entre dos corrientes políticas tan diversas como la Cuarta Transformación y el Neoliberalismo.
EL SECRETARIO GENERAL DE GOBIERNO, JULIO Huerta Gómez, informó algo que ya no debería ocurrir en la entidad poblana, pero la realidad es que siguen ocurriendo: los intentos de linchamientos que en pueblos y municipios del medio rural o semiurbano, es decir, el intento de los pueblos por hacerse justicia por su propia mano.
Dijo el alto funcionario estatal, que se han evitado 13 linchamientos, el último caso ocurrió este mes en una población del municipio de Tepeyahualco, al oriente de la entidad, cuando un numeroso grupo de vecinos pretendieron castigar a golpes a cuatro sujetos que habían robad una camioneta que transportaba medicamentos.
Las fuerzas de seguridad lograron rescatar a los malosos y la camioneta con la carga robada. A los delincuentes los llevaron a un hospital de Libres para que fueran atendidos de la dura golpiza que recibieron.
Dijo el secretario de Gobernación, que esta labor de evitar los linchamientos, continuará siendo realizada hasta lograr que los pueblos tengan confianza en sus autoridades que deberán garantizar el castigo de los delincuentes de acuerdo con la ley.