Por Mino D’Blanc
“Lila Downs desde Bellas Artes México” es el álbum que lanzó la reconocida cantante y compositora mexicana y que ya se encuentra disponible en todas las plataformas digitales de música.
Dicha producción está compuesta por 17 canciones que son 1.- Semilla de tierra, 2.- Son del chile frito, 3.- Espina, 4.- Naila, 5.- La Martiniana (con Natalia Lafourcade), 6.- Tortolita, 7.- Cucurrucucú Paloma (con Javier Camarena), 8.- Mandimbo, 9.- Tiembla, 10.- Urge, 11.- Mezcalito, 12.- El último trago, 13.- La cumbia del mole, 14.- Cariñito, 15.- La llorona, 16.- Zapata se queda y 17.- Paloma negra.
El disco fue grabado de sus conciertos en vivo que ofreció en el icónico recinto los días domingo 22 y lunes 23 de marzo del 2022.
En conferencia virtual con representantes de varios medios de comunicación, Lila Downs platicó sobre todos los pormenores de este álbum.
Agradecemos las finas atenciones del licenciado Miguel Ángel Hidalgo, de Sony Music, para la realización de nuestro trabajo periodístico.
-Este álbum grabado en el Palacio de Bellas Artes es un sueño hecho realidad para ti:
LD: Es yo creo que una representación de lo largo de la trayectoria, del camino, de colaboraciones, de invitaciones con grupos de danza, con grupos, con bandas; con las tradiciones por una parte y también por el compromiso con la educación de las raíces de nuestra música y de las diferentes regiones de nuestro país. Y por lo tanto quisimos representarlo en este máximo recinto que simboliza muchas cosas para muchas personas y creo que los que estamos acercados a las artes siempre es un símbolo de conjugar las culturas nuestras y en mi caso más que nada es eso; es un poco la música clásica de la cual yo empecé a educarme desde que tenía 16 años, yo empecé en Bellas Artes de mi tierra, de Oaxaca. Entonces volver a Bellas Artes en otro contexto, digamos, con las ideas de mi propio repertorio y también incorporando la tradición por una parte, pero también de nuestra propia inspiración. Así que ha sido un regalo verdaderamente y fue bastante pesado porque era un poco saliendo de la pandemia, entonces fue un poco más difícil de lo usual.
-Diez años tardó la aceptación para que te presentaras en el Palacio de Bellas Artes:
LD: Es un respeto hacia los cánones de la música clásica, por eso decidimos incorporar al cuarteto de cuerda que invitamos, por supuesto la banda también de Brígido Santamaría que hemos tenido una historia muy hermosa con el estado de Morelos y además ha sido inspirador para mí componer versos al Caudillo Mayor, por supuesto tuvimos una época en la que íbamos muy seguido para allá y así con cada estado de nuestra nación hemos cultivado esta relación de música, de valorar y también de convivir con lo que está sucediendo ahora porque creo que esa es la belleza de México que está muy vivo lo que está ocurriendo a nivel artístico y musical en todos los rincones de nuestro país y es un poquito lo que tratamos de exponer al invitar también a bandas de músicos niños, a veces niñas; el Coro del Faro de Oriente es un ejemplo maravilloso de un proyecto que lleva muchos años haciéndose, pero que a veces no lo conocemos por falta de la difusión, así que agradezco mucho esta difusión. Para mí el estar al lado de Javier Camarena, de Natalia Lafourcade que ha sido compañera también a través de los años, ha sido un regalo de una vez en la vida, como yo digo. Hay que brindar a veces porque la vida es una y uno nunca sabe en qué momento puede cambiar nuestro camino y estoy muy agradecida y muy humilde ante ese hermoso recinto en el que pudimos hacer este concierto para el público. Es una pena que hay dificultades para artistas, para creadores, para artesanías, para expresiones que nos alimentan tanto y que son una parte tan importante de nuestro existir y que no lo tomen tan en serio. Yo creo que ese es un grave error que tenemos y que llevamos, pero yo creo que también tenemos mucho que mostrarle al mundo y además esas lecciones de tener que pelear por lo que hay que decir, son buenas lecciones de la vida porque te hacen más fuerte si te hacen crecer en tu ámbito y en tu área y yo creo que eso lo vivimos muchos artistas que venimos de una independencia de cierta manera, por cómo llevamos nuestro arte y eso seguiremos haciéndolo.
-¿Cómo es para Lila Downs plasmar 25 años de trayectoria en uno de los recintos culturales más importantes, no solo en México, sino a nivel mundial?
LD: Yo creo que es un poco intimidante. Me fui preparando meses antes, fui preparando el repertorio, pensando muy bien qué canciones iba a escoger de anteriores discos y también de lo presente, lo que he estado componiendo que principalmente fue después de pandemia o durante la pandemia. Para mí representa mucho porque yo iba a ser operista, estudié la carrera de operista, llegué a ser finalista en las regionales de Estados Unidos porque allá estaba haciendo la carrera e iban para el Metropolitan de Nueva York. Entonces eso fue muy emocionante en algún momento, pero ahí la Antropología juega un papel muy importante en mi vida, entonces decido dejar la Ópera e irme por mi propio rumbo y fue así como yo llegué a Bellas Artes. Entonces eso es muy emocionante, pero también muestra la fuerza, la disciplina y la fe que yo le tengo a nuestras tradiciones por un lado y también a componer canciones que son inspiradas por nuestras hermosas mujeres en su mayoría de nuestros pueblos y de las zonas rurales como en la que yo crecí.
-¿Cómo fue la selección de las canciones que fueron incluidas dentro del concierto y cómo fue todo el proceso de producción del espectáculo?
LD: Poder decidir fue un proceso largo que recuerdo que me empecé a preparar yo creo que unos seis meses antes con la idea de qué repertorio, claro, porque te van preparando también en Bellas Artes de qué vas a cantar, a quién vas a traer, a quién vas a invitar, cómo te vas a vestir, estas cosas ¿no?, que son muy particulares en ese recinto. Entonces iba preparando los temas que yo creo que a través de los años nuestro público ha tenido mucho aprecio por algunos temas como “Naila” que es de un compositor oaxaqueño, como estas canciones que también han sido representativas de mi tierra como “La llorona”, como algunos temas como “Arenita azul” que son hechas por los afromestizos de la costa y “La Martiniana”, por supuesto, que es un gran tema que fue compuesto en parte por el pueblo de Juchitán, como lo es la tradición de la narrativa en los pueblos que se van retomando los versos conocidos y se van poniendo en canciones; y del maestro Andrés Henestrosa, por supuesto; también cantar temas que son singulares de mi carrera como “Cucurrucucú Paloma” y tener ahí invitado al maestro Camarena. Sentí que era muy importante representar a la raíz y los cantos que más me han tocado a mí en mi sensibilidad como “Tirineni Tsitsiki” que es una pirekua michoacana y que es de mi música favorita; es una sensibilidad y una belleza en su expresión de este idioma purembe. Y también cantar un tema en zapoteco y por supuesto en el dialecto de mi madre que es el mixteco. Y presentar unos temas inéditos como “Mandimbo” que es una canción que yo le compuse a un árbol que se encuentra en mi casa que siento que me salvó de la pandemia, porque era una expresión de la vida para mí. Entonces hay diferentes cosas que están pasando en este concierto, como había mencionado antes, la incursión de la banda, del coro, del cuarteto de cuerdas, del mariachi, que se formó, y de nuestro grupo La Misteriosa que a través de todos estos años hemos colaborado con músicos que me acompañan, que me apoyan para componer mis canciones y que me proponen cosas diferentes.
-¿Cómo se dio la sinergia con los invitados y el sabor de boca que te dejó el trabajo que lograste con ellos al hacerlo en el Palacio de Bellas Artes?
LD: Fue un regalo, la verdad un agasajo tenerlos ahí. Por supuesto que había muchos nervios, porque por más que pules la voz, pules los cambios de que ahora entra el cuarteto, luego entra el mariachi, luego entra Natalia, todo esto es un estrés terrible; y luego uno teniendo que cuidarse mucho de la voz y hablando muy delicadamente para que no termine toda afónica a la hora de tener que cantar. Entonces yo estoy muy agradecida con la vida, con Dios, con mi fe que yo tengo, que todo fluyó increíblemente. Claro, hubo problemas técnicos que a veces suceden, pero después en posproducción se pudieron resolver. Y bueno, en Bellas Artes es toda una institución compleja que además hay que tener mucha paciencia para poder rellenar documentos y yo agradezco a mi equipo de producción que fue quienes sacaron adelante este concierto. Y pues claro, Javier Camarena es un gran tenor del cual yo estoy muy orgullosa; seguramente en todo nuestro país las personas que somos amantes de la Ópera seremos grandes fans del maestro Camarena, de su trayectoria y de su juventud y de su hermosa disposición; es una hermosa persona con mucha luz y muy humilde en su existir, y eso lo agradezco profundamente. Yo lo conocí gracias a este proyecto de “Tengo un sueño” porque él participó el año pasado, me parece, y me encantó que estuviera él ahí porque es uno de los tenores más importantes del mundo en este momento y además el timbre de su voz es una belleza. Con Natalia hemos caminado juntas como compañeras; a veces ella va a Oaxaca, viaja y estamos en contacto y también con la música por supuesto, escribiéndonos. Ella está creando el Centro de Documentación del Son Jarocho que es una labor muy importante en la región de Veracruz y tenemos eso en común; yo por acá en Oaxaca mi preocupación por la educación y por las expresiones de arte de mi país y de mí Oaxaca.
-Coméntanos sobre el vestuario que usaste en el Palacio de Bellas Artes:
LD: Preparé algo que fuera un poco representativo de mi origen, de mi principio y luego algo más glamuroso y propio para la ocasión. Entonces decidí usar dos trajes importantes para mí; uno que es el pozahuanco de Pinotepa de Don Luis y Jicayan, estos dos pueblos importantes de la Costa Chica de Oaxaca en donde se tiñe ese textil con el caracol púrpura, que es un proceso increíble porque sale del color lechoso el tinte de este caracolito y va pasando por la fotosíntesis por todos los tonos: amarillo, magenta, rojo, hasta llegar al color púrpura, entonces es como la magia de los colores ese textil y representa mucho para mí, además de que es el textil que utilizan las mujeres de la mixteca costeña de mi etnia. Y después me puse este traje charro hermosísimo que se utiliza en el carnaval en el Estado de México y propiamente fue hecho por una artesana con una bordadora con hilo de oro y terciopelo, en la ciudad de Tláhuac en dicho estado. Así que orgullosamente portando diferentes representaciones que me han acompañado a través de los años. El arete que está hecho en Oaxaca, de filigrana por los orfebres tan finos de nuestro estado y también los rebozos; utilicé un rebozo del estado de Michoacán que ha sido ya tradicional para mí utilizarlo desde hace ya 20 años y utilicé también un rebozo de bolita de algodón muy sencillo como lo utilizaba mi abuelita mixteca cuando echaba tortilla.
-¿De dónde te inspiras para crear tus vestuarios y por qué es tan importante para ti llevar dicho legado alrededor del mundo?
LD: Tuve el privilegio de estudiar, soy antropóloga social y estudié el textil indígena, esa fue mi especialidad, en una región de mi provincia de Oaxaca en la mixteca alta, la región triqui; entonces esa fue mi tesis y mi enamoramiento con la vida de las mujeres y su visión del arte. Yo creo que de ahí parte mi curiosidad; claro, mis padre fue artista visual y cineasta y ya había hecho algunas pelis sobre estas tejedoras de la mixteca alta, entonces ya había como ese enamoramiento con esa área, pero creo que conforme iba cantando me sentía que era importante representar algo diferente, que es muy propio, que es muy nuestro, porque sentía que muchas cantantes se ponían sus trajes bien como hechos de fábrica y así y yo decía “ay que tristeza, si habiendo tanta belleza en nuestro México hecho de textiles y de fibras naturales y de tintes naturales”. Y bueno, no quiere decir que muchos tejidos no sean de poliéster también, pero de una manera estética, hermosa.
-De las canciones que has interpretado a lo largo de 25 años, ¿cuál es con la que te sientes en este momento reflejada y cuál es la canción de mayor grado de dificultad que has interpretado?
LD: El tema que ahorita está más acercado a mi corazón se llama “Dos corazones”, que no es mío, es del compositor regiomontano Miguel Luna y es una gran canción. Por cierto, la gira que vamos a empezar ahora en febrero en Argentina va a llevar ese nombre porque me parece sensible a lo que yo estoy pasando ahorita con mi pena de perder a mi marido y al mismo tiempo es un gran tema; hay temas que los escuchas y dices “¡qué barbaridad!, este tema me lo quedo”. Y del tema más difícil que he interpretado, yo creo que hay algunos temas operáticos que han sido difíciles de cantar después de interpretar mucha música popular, porque la voz se va adecuando al estilo de música que uno va llevando. Y creo que también el jazz; en el jazz ha habido algunos temas que son muy difíciles de improvisar porque eso se requiere dentro de ese género también.
-Platícanos sobre tu próxima participación en el Vive Latino y si tienes alguna sorpresa:
LD: Seguramente el público esperará algo distinto y queremos combinarlo, además de que también estamos en varios festivales de rock, entonces es emocionante porque hay un tema rockero que compuse en ese género y en realidad cuando el público lo escuche va a decir “no, pues esto me suena a otra cosa” (ríe), pero sí es la impresión de lo que yo estoy viviendo ahorita: la vida, la muerte, el futuro y yo creo que la música nos da ese gran regalo de poder expresar nuestro más profundo sentir y en el rock yo creo que ha sido una de esas expresiones muy verdaderas, muy honestas, sobre lo que se siente; yo creo que por eso tantos chavos y juventudes en anteriores generaciones y ahora se identifican con los mensajes de estos festivales.