Jorge Marcelino Alejo
Tanto para el sector empresarial como para el Aparato Público, a la experiencia que dejó el 2022 en creación y pérdida de empleo, se le deberá poner más esmero para que no se vuelva a repetir.
Es decir, se tienen que buscar formas o estrategias, para asegurar que los empleos formales generados sean permanentes.
Se trata también de evitar, que no surja el desencanto que se da cuando se alcanzan satisfacciones en la creación de empleo, y de momento se derrumban como si fueran castillos de naipes.
Y otra vez volver a empezar.
Para decirlo rápido y en números redondos, a nivel nacional el IMSS destacó que en el 2022 se crearon más de 752 mil empleos. De ellos el 75.9 % corresponden a empleos permanentes (más de 570 mil) y más de 180 mil resultaron eventuales.
Por supuesto que esa cantidad encanta.
Y más cuando se trata de un gran mérito de las empresas, al generar tal cantidad de empleos, especialmente en ramas de comunicaciones, transportes, construcción, servicios y desde luego en el comercio.
Sin embargo ese logro se empaña, porque cuando se han manejado cifras de que México necesita crear un millón de empleos anuales, y se queda lejos de esa cantidad, se va acumulando un rezago que al paso de los años nos indica que se requiere más del millón.
Pero bueno, crear más de 752 mil en el 2022, es una cantidad digna de presumir, sobre todo porque durante la Pandemia se tenían registrados en el IMSS más de 20 millones 600 mil empleos, y al 31 de diciembre del 2022 se había llegado a los 21 millones 372 mil plazas.
La desilusión vino cuando se admitió que en el pasado mes de diciembre, se perdieron 345 mil 705 empleos.
Más aún, en Puebla, el efecto de este vaivén tanto en la creación como en la pérdida de empleos -también con información del mismo Instituto- se tiene el referente de que la entidad cerró el 2022, con un retroceso en la generación de empleos formales, pues también en diciembre se perdieron tres mil 776 puestos laborales.
Esta regresión en el empleo, se dio después de que en noviembre de ese año se habían recuperado 39 mil 172 empleos formales, luego de la pandemia y la contracción económica.
En este entorno conviene señalar que el sector empresarial ha realizado un gran esfuerzo, pero algo está fallando, y se advierte que es preciso apuntalar esos miles de empleos creados después de la Pandemia.
Es necesario que se les proteja, se les arrope, para que lleguen a ser empleos permanentes.
M E M O R A N D U M
INVERSION
Lo menos que anhelamos como resultado de la Décima Cumbre de Líderes de América del Norte, que se efectúa en nuestro país, es que se pongan de acuerdo los presidentes de México Andrés Manuel López Obrador, de Estados Unidos Joe Biden y Justin Trudeau de Canadá.
Los asuntos son múltiples además de complicados, pero si al mediano plazo mejora migración, seguridad y comercio, seguro que otro gallo le cantará a México en los próximos años.
Esa perspectiva se observa, desde la óptica de este espacio que se centra en procurar la inversión generadora de empleo.
Y ahí está: El presidente López Obrador pidió inversiones para ir en pos de la integración de América Latina, Joe Biden aseguró que su país destina miles de millones de dólares al hemisferio, y coincide en atender causas de la migración, y Justin Trudeau, señaló a empresarios mexicanos y norteamericanos, que el comercio trae prosperidad que beneficia a todos.
Que venga entonces, la inversión.