Por: Atilio Alberto Peralta Merino
Joseph Ratzinger, el hombre que dimitió al papado sin que de tal situación hubiese precedente en los últimos 800 años, falleció en el seno de la Iglesia de Roma en el amanecer de la festividad de San Silvestre del año 2022.
Pese a que celebramos la culminación de todo año con la cena de la “noche de San Silvestre”, Dante Alighieri ubica en el primer círculo del infierno a dicho prelado y lo califica como “el primer Papa rico de la historia”.
En la muerte de Joseph Ratzinger se auna el enorme significado histórico dada la relevancia de su figura, el de carácter simbólico relativo a la fecha en que tan lamentable suceso aconteció
Después de alcanzar enorme celebridad por su destacada participación en el Concilio Vaticano convocado por el Papa Roncalli , se desempeñó durante el largo pontificado de Juan Pablo II como Prefecto de la Doctrina de la Fe, desde donde desencadenó una ominosa persecución a disidentes, entre los que destacaran figuras tan eminentes como el teólogo Hans Kung.
En tanto que, al unísono, brindó el respaldo irrestricto a clérigos destacados sobre quienes recayeron graves acusaciones de abuso sexual infantil como fuera el caso del Padre Maciel , teniendo que afrontar, ya habiendo sido coronado como Sumo Pontífice, las acusación que se dirigieron al respecto contra su propio hermano mayor , Georg Ratzinger, a la sazón responsable de dirigir un coro de niños cantores en escuelas católicas de Alemania.
Terminé de escribir una novela llamada “QUE TE VAYA BIEN” sobre la crisis del papado hace unos cuantos días de manera por demás coincidente, en unos cuantos días se publicará en forma digital e inmediatamente después de manera impresa, y empieza con la visita a la ciudad que marcó el inicio del largo pontificado de Juan pablo II, en el que el recientemente fallecido Joseph Ratzinger fungió con una enorme relevancia.
Anidándose en tal periodo los escándalos que estallaron de manera incontenible durante el pontificado de Benedicto XVI, y que hoy, pese a los esfuerzos de Francisco tendientes a administrar el conflicto parecen no poder contener el colapso de una institución milenaria, aun cuando su fase actual habría que remontarla apenas al año de 1929 con la firma de los Tratados de Letrán suscritos entre Pio XI y Mussolini.
Espero que la lectura de QUE TE VAYA BIEN llegue dado el caso a resultar digna de agrado e interés en los momentos actuales y, por lo demás, lamento el deceso del Papa, un hombre que, pese a todo lo que pueda decirse, demostró enorme sobriedad en su conducta personal al frente de una de las instituciones más poderosas del orbe.