A pesar de haber tenido la confianza de Rafael Cañedo Benítez para encabezar el proyecto noticioso de su empresa, empezó a avanzar colocándose poco a poco como un nuevo espacio en la radio poblana, pero a decir del propio López Díaz el sentía que no se consolidaba con el público, que el programa no despegaba, a pesar de tener 12 años al aire, mientras que en ese entonces Enrique Montero Ponce seguía siendo quien marcaba la agenda mediática como líder de opinión radial.
Fue en diciembre de 2000 cuando ocurrió la última erupción violenta del volcán Popocatépetl, de la que se haya tenido registro, las redes sociales ni siquiera figuraban en ese momento, pero todos estaban preocupados y ansiosos de información de lo que pasaba referente al coloso.
El 25 de diciembre de 2005 se produjo en el cráter del volcán una nueva explosión, que provocó una columna de humo y cenizas de tres kilómetros de altura y la expulsión de lava, los medios nacionales e internacionales estaban con los ojos en Puebla.
Pero la redacción del noticiero se encontraba pensando como tener información y reportes en tiempo real, el contenido no se tenía a un clic de distancia como hoy, fue allí cuando López Díaz, junto con los periodistas Raúl Méndez Macías y Yirath Aguilar Miranda, crean el proyecto de La Red, una alternativa emergente para obtener información inmediata sin pensar que esto marcaría un precedente en la radio poblana y los colocaría como los líderes de noticias en el estado.
Así como nació La Red Ciudadana y a los pocos segundos ya gateaba, pasaron los minutos y daba sus primeros pasos, en sus primeras horas al aire ya corría y se había convertido en un fenómeno cientos de radioescuchas.
Las doñas y los dones marcaban a la estación para reportar en tiempo real desde diversos puntos del coloso, del municipio, de las colonias, de las juntas auxiliares, del estado, reportando todo, absolutamente todo. La Red era un boom radial que empezó con el volcán, pero que a las pocas horas de haber iniciado esta aventura el periodista se dio cuenta de que todos tenían algo que reportar y, con ello, se daba voz a la audiencia.
Ese día inicia una nueva era para Buenos Días con López Díaz, convirtiéndolo a él y su equipo en los amos y señores del rating de las 5:30 a las 10:00 de la mañana, todos los días de manera ininterrumpida durante casi 33 años y le arrebató el público a Montero Ponce, ganándose la confianza de sus fieles radioescuchas, quienes lo subieron al candelero y lo mantuvieron como el conductor más escuchado en Puebla, pionero con su frase de “todos somos reporteros”.
Y llegó el momento en que El Licenciado era el despertador de los poblanos, mientras estabas en casa te recordaba la hora, para que no se te hiciera tarde, salías a tomar el camión y durante el trayecto su voz te seguía en las casas, tiendas, transporte: todos escuchaban a López Díaz, taxistas, comerciantes, vendedores, voceadores, políticos, maestros, universitarios, recicladores, tamaleros, magistrados, académicos, todos.
Transitó con un éxito avasallador de la radio tradicional a las redes sociales, logrando cantidades copiosas de seguidores en poco tiempo, pese a que en alguna ocasión le suspendieran la cuenta, porque el periodista confió en el pueblo y este le era fiel y lo seguía donde fuera.
Javier López Díaz se quedó a 16 años de alcanzar a quien él le llamaba su maestro, don Enrique Montero Ponce, Récord Guinness por 50 años de transmisiones ininterrumpidas en la radio de Puebla.
Encontró la fórmula no sólo para convertirse en el número uno del aire y ser llamado El Rey del Rating, sino que con su carisma, talento y cercanía a la gente diariamente no sólo entraba a miles de hogares, también al corazón de su audiencia, donde estoy seguro vivirá por siempre.
Este 23 de noviembre se cumple el primer aniversario luctuoso, tras su entrada al aire celestial.
El próximo 1 de diciembre, Buenos Días cumple 34 años de informar a los poblanos.
“Hasta aquí mi reporte, licenciado”.
En memoria de Javier López Díaz.
Contacto: director@revistapuebla.com y @RayZubiri en todas las redes sociales.