Cae uno más, ahora Melitón

 

Un secretario más que cae del gabinete del gobernador Miguel Barbosa. Y es que, muy errados están quienes suponen que la salida de Melitón Lozano Pérez de la titularidad de la Secretaría de Educación Pública (SEP) del estado se debe solamente al show que protagonizaron sus huestes en el acto del presidente de la República, en Ayoxuxtla. No. La suerte del ex presidente municipal de Izúcar de Matamoros estaba sentenciada desde mucho antes y tenía como ingredientes su soberbia, inoperatividad institucional y lentitud e incapacidad para tomar decisiones, así como de solucionar problemas.

El balance del profesor en la función pública es deficiente.

En su natal Izúcar, en donde ha sido el primer edil en dos ocasiones, lo conocen como “Maletón”.

También su evaluación como político de izquierda, que efectivamente lo es, ha sido decepcionante.

No había en el gabinete del gobierno del estado un personaje que pudiera presumir una filiación lopezobradorista de tanto tiempo como él. Sin embargo, terminó comportándose como un viejo priísta de la CNC.

Ciertamente, la gota que derramó un rebosante vaso de agua de malas acciones, fue efectivamente el griterío con que un grupo de 10 maestros reclamó el pago del bono retroactivo. Los protagonistas son gente de Lozano.

Son lozanistas de la Mixteca. De muchos años de colaborar a su lado y algunos incluso con lazos familiares. No hay excusas.

Incluso, se sospecha que existió un contuberbio para arruinarle el día al gobernador con uno de os principales rivales del Gobernador, el delegado Rodrigo Abdala, quien ya se encuentra en franca campaña apoyando al diputado federal Ignacio Mier, quien sueña ser el candidato de Morena a gobernador de Puebla en el 2024. Aunque todos sabemos que la única posibilidad real de que sea el candidato es que venga de un “dedazo” de Palacio Nacional. Sus números simplemente no le alcanzan.

Pero, regresando al tema de ex secretario hoy sabemos que, además, el ex titular de la SEP estatal fue un pésimo operador del tema.

Negoció, primero, sin saber si podría cumplir.

Luego, el gobernador decidió que sí había que apoyar al magisterio, pero debía antes conseguir los recursos.

Miguel Barbosa informó en su conferencia mañanera que se trata de un gasto de 230 millones de pesos. Es lo que se requiere para cumplir ese pago retroactivo de Fortalecimiento al Salario, que se aprobó a nivel federal y que los estatales quieren también.

Pero, además, Melitón prometió mal. Plazos largos. Torpeza en la negociación. Los maestros también hicieron su parte, con su intransigencia. Firmaron un acuerdo e incumplieron.

La protesta no tenía materia, más que molestar.

En este caso, todo lo que pudo salir mal, salió pésimo. La mano de Melitón empeoró todo. Pero no ha sido el único tema.

Ni la única crisis que no ha sabido sortear Lozano Pérez en este periodo. Está el caso de la normal rural de Teteles.

Melitón nomás no pudo empujar la posición del estado. Ni hacerse respetan con los funcionarios de la SEP federal.

A pesar de que la razón y los argumentos están del lado del gobierno del estado. A eso se suma que, desde que fue mencionado como aspirante a 2024, perdió el piso. Se puso muy soberbio el ahora ex secretario.

En los martes ciudadanos lo acordonaban sus guaruras. Llegaba con séquito. Apenas atendía a una decena de personas.

Como otros con tantito poder, enloqueció. Ya no caminaba: flotaba.

Y algo sumamente importante: descuidó las formas y hasta su relación con los medios de comunicación, a los que se daba el lujo de despreciar.

Así de grande, así de importante, así de poderoso se sentía esta “corcholata” ya oxidada.

El adiós a Melitón, sin duda es doloroso. Porque efectivamente es de izquierda. Pero lleva dentro un dinosaurio priísta. Un enorme y torpe dinosaurio priísta dentro.