Por Teodoro Rentería Arróyave
Cuando el poder en manos del ultraderechista Jair Bolsonaro, patrocinado por el peor presidente de Estados Unidos, su homólogo ideológico, Donald Trump, suponían una victoria holgada para reelegirse, el electorado del Brasil decidió darle la victoria al ex presidente Luiz Inácio Lula Da Silva con una diferencia de más de cinco puntos porcentuales, insuficientes porque no rebasó el 50 por ciento de los sufragios, por lo que las elecciones del inmenso país de Latinoamérica tendrá que irse a la llamada segunda vuelta de acuerdo a su Constitución.
Este procedimiento electoral por el que se obliga a la ciudadanía a volver a emitir su voto se ha convertido en un tema polémico desde que a instancias del general Charles de Gaulle lo implantó en Francia; en primera instancia es de mencionarse que el electorado ya no acude con la misma prestancia e interés que en la primera vuelta y por tanto se distorsiona el resultado de las urnas.
En su estudio al respecto, reproducimos la tesis del doctor Rafael Martínez Martínez, profesor titular de Ciencias Políticas y de la Administración de la Universidad de Barcelona, en su tesis: Ventajas y Desventajas de la Segunda Vuelta.
Inicia por mencionar que estamos ante un instituto que todo el escenario latinoamericano está adoptando y, al mismo tiempo, ante un mecanismo severamente desacreditado, puesto que las principales críticas vertidas contra la Segunda Vuelta se podrían condensar de la siguiente manera:
La Doble Vuelta o Segunda Vuelta, es una fuente de crisis institucional e inestabilidad porque genera presidentes electos con mayorías electorales artificiales que le invitan a sobredimensionar su peso relativo y a enfrentarse con un Parlamento en el que no dispone de mayoría y que le puede ser hostil. Este riesgo, lógicamente, se acrecienta si el sistema de partidos no está́ lo suficientemente institucionalizado.
La SV invita a la fragmentación lo cual, además de alimentar un multipartidismo complicado para los sistemas de gobierno presidenciales, fomenta la polarización y, por ende, la crispación política.
La SV no genera coaliciones. La supuesta coalición electoral que aúpa al presidente a la victoria no tiene porqué fraguar en una coalición de gobierno, máxime cuando el presidente no está́ dispuesto a ella. Las coaliciones que dan el triunfo en los sistemas políticos que utilizan la SV no son explícitas, sino meramente coyunturales.
El jurista mexicano Diego Valadés, por su parte, critica que los presidentes elegidos en SV pronto olvidan su minoritaria situación de partida en primera. Esta actitud tensiona su relación con un Congreso donde son minoritarios. La SV “genera una ilusión política que no corresponde a la realidad”. Que el presidente obtenga o no la mayoría será́ debido a que el pueblo se la quiera dar, y no porque la obtenga forzadamente a través de un artificio electoral. En su opinión “un sistema democrático se consolida cuando el poder arbitral queda en manos de los electores”.
De acuerdo, las elecciones deben definirse, inclusive, por un voto de diferencia. Todo lo demás es artificial. Prueba de fuego será la segunda vuelta en Brasil a celebrarse el inminente domingo 30 de los presentes. La democracia en Brasil y en Latinoamérica está en el aire.
Periodista y escritor; presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana, Doctor Honoris Causa por la Universidad Internacional y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en teodororenteriaa@gmail.com Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.org, y www.clubprimeraplana.org, y el portal irradia noticias.com