–En México existen alrededor de 90 mil niños sordos y de estos, sólo el 60% tiene acceso a la educación y esto se debe a la falta de posibilidades de comunicación, ya que no existen muchos profesores o estudiantes que puedan ayudar a los sellantes de Lenguas de Señas o que los mismos niños tampoco tienen el recurso de aprender la lengua de señas en nuestro territorio nacional.
El 23 de septiembre se conmemora el Día Internacional de la Lengua de Señas, que fue instaurado como tal en el año de 1951 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en donde se busca hacer conciencia en la sociedad sobre la importancia de la Lengua de Señas a favor de toda la comunidad sorda internacional. Y en México se conmemora el 10 de junio, desde el 2005.
La Lengua de Señas en México es reconocida también como lengua nacional junto con las otras 68 lenguas indígenas más el español desde el año 2005, enfatizó Gloria Angélica Ortiz Barroso, Directora de la Licenciatura en Idiomas, Enseñanza y Diversidad Cultural de la UPAEP.
Dijo que este día es significativo, porque todavía no se tienen muchos datos duros de cuántos sellantes de Lenguas de Señas Mexicanas existen en el país y es una necesidad creciente, de acuerdo a datos del INEGI del 2020, el 16.5% de la población tiene una discapacidad que incluye a todas las discapacidades que existen en el país y no está especificado cuántas son las personas sordas exclusivamente en México y a la vez, no se tiene registro de cuántos sellantes de lenguas de señas se tienen en el país porque no incluye esta pregunta en lo referente al cuestionario del INEGI.
Ortiz Barroso refirió que en México existen alrededor de 90 mil niños sordos y de estos, sólo el 60% tiene acceso a la educación y esto se debe a la falta de posibilidades de comunicación, ya que no existen muchos profesores o estudiantes que puedan ayudar a los sellantes de lenguas de señas o que los mismos niños tampoco tienen el recurso de aprender la lengua de señas en nuestro territorio nacional.
Por su parte, Mariana Cruz Ugarte, coordinadora Educativa del Museo de la UPAEP, dijo que la importancia de que se reconozca a la Lengua de Señas tiene que ver con el impulso y el acceso al aprendizaje de la misma, en temas educativos se habla mucho de la importancia de reconocer el derecho a la educación bilingüe para las personas sordas, dándole la importancia justa a la Lengua de Señas como una lengua materna para el desarrollo de los niños, así como quitar determinados prejuicios sobre algunas personas que no desarrollan la comunicación verbal como el primer medio de comunicación, se crean estigmas de que puedan estar asociados a una discapacidad intelectual y esto no es cierto.
Indicó que a medida que se impulse el acceso a la Lengua de Señas Mexicana en nuestro territorio se va a desarrollar la misma capacidad intelectual y tendrán el mismo acceso a las oportunidades y todo esto tiene que ver con la preparación que la sociedad tiene que hacer en temas de inclusión.
Advirtió que la inclusión no sólo se tiene que trabajar en la escuela que es una de las áreas en las que más se impulsa o más se habla y aun así existen deficiencias. Agregó, “La inclusión tiene que ver cómo las personas con discapacidad auditiva pueden acceder a un trabajo, como acceder a un deporte o acercarse al disfrute de la cultura. A veces la comunidad de oyentes asumimos que a una persona por ejemplo no le gusta la música, porque es un grado profundo por la pérdida auditiva, hay diferentes formas de hacer accesible la música como se ha visto en recientes años”.
Manifestó que en el caso del Museo UPAEP, se han abierto diferentes actividades que involucran la lengua de señas; a través de la página de Facebook compartidos cuentos creados con lengua de señas de manera coordinada con las instituciones que se encargan de impartir cursos de lenguas de señas, con la Secretaría de Educación Pública en la Dirección en Educación Especial se trabaja con profesoras sordas que ayudan a explicar una exposición virtual, entre otras acciones de manera gratuita.
En ese sentido, Diego Barroso Cordero, profesor certificado en Lengua de Señas, además de conferencista y tallerista, expresó que el Día Internacional de la Lengua de Señas es una fecha importante para la sociedad, en donde últimamente ha estado de moda temas como la inclusión, pero, “Yo quisiera que en algún momento de la vida ya no esté de moda, sino que sea algo que se presente de manera natural en el día a día”.
Enfatizó, “yo para comunicarme con las personas utilizo la lengua de señas, leo los labios porque soy sordo con hipoacusia, es decir, también tengo un aparato auricular; en esta pandemia de salud tuve el problema de no poder leer los labios porque la gente usa el cubrebocas, entonces imagínense los problemas que tuve que enfrentar para comunicarse con los demás, tuve que utilizar la lengua de señas”.
Diego Barbosa subrayó que la lengua de señas es un recurso valioso para poder comunicarse con el resto de la comunidad, poder divertirse en diferentes momentos con las personas en las fiestas, en la Navidad, en cualquier actividad que implique mantener comunicación con los demás.
Invitó a la gente para que aprenda la Lengua de Señas y conocer otra forma diferente para comunicarse con los demás, desde compañeros de la escuela o del trabajo, profesores o miembros de la familia, y de esta forma ser una comunidad de inclusión, porque “la comunidad sorda no puede estar escondida todo el tiempo o estar apartada del resto del mundo, buscamos vivir en comunidad”.
Barroso Cordero subrayó, cualquier persona puede llegar hasta donde quiera, “los límites son personales”, nunca se deben limitar las personas, yo nunca me limité para aprender lengua de señas; “una discapacidad no te va a definir, lo que te va a definir es lo que haces hoy, y para quedarte en el recuerdo de las personas deja huella, deja huella con lo que más puedas hacer, ama lo que haces”.
“No solo oigas. Aprende a escuchar con el corazón. La escucha es la clave de toda relación; si sabemos escuchar, las cosas se van dando. La Lengua de Señas te acerca a todas las personas”, concluyó.