(Capítulo de la novela Ifigenia entre sueños) ORQUÍDEAS IMPERIALES

Alberto Merino Peralta

Narran historiadores y cronistas que desde el renacimiento, cuando los príncipes quisieron ordenar los estados en concordancia con los descubrimientos de la época, durante siglos enteros, las ciencias habrían ejercido su clara influencia sobre los diversos intentos de organizar la vida en sociedad.

El gran sabio esotérico y nigromante Isaac Newton, plasmó en sus “Principia Mathematica” todos los misterios habidos y por haber, sobre el comportamiento de los cuerpos celestes y terrestres, así , al axioma que establece que : “a toda acción corresponde una reacción”, el Marqués de la Brede y Montesquieu , le encontraría un equivalente pleno , al señalar la necesidad imperiosa de que, entre los poderes públicos , se hacen indispensable “pesos, contrapesos y equilibrios”, para que el cuerpo social funcione a cabalidad.

Contrapesos que habrían de ejercerse, pensaban los antiguos políticos y estadistas, por parte de todos los poderes públicos entre ellos, pero sin sobreponerse uno respecto a otro, tendiendo siempre a la armonía que permitiese ampliar la libertad de los diversos agentes actuantes en la comunidad, al unísono de que se garantiza el orden indispensable.

Pese a ello, y ante el fin inminente de su mandato, Gabriel decidió alterar las cosas, establecería un mandato especial breve, para que la subsiguiente elección coincidiera con la presidencial, en su ruta trazada, la derecha del estandarte mariano repetiría un tercer mandato y él sería designado el subsiguiente candidato presidencial.

En caso contrario, tendría en sus manos todos los hilos para controlar la localidad, y su sustituto no sería más que un pelele, y, ¿que mejor perfil para ello que el del “Boby Badú”?, el cretino que había firmado, entre otros documentos comprometedores, los contratos para la infraestructura de asentamiento de la firma automotriz germana.

Gabriel se aprestaba a controlar un espacio que sentía como propio , incluso con toda su ruta crítica alterada , contaría de todos modos con el sitio adecuado de lanzamiento hacía el celeste firmamento de la gloria ; después de todo si dios así lo quería, podía controlar el cosmos haciendo a un lado los principios que Newton había desentrañado, él, quizá incluso más grande que dios, podía ser el factótum de la vía política aun haciendo a un lado todos los contrapesos institucionales.

“Boby” era el perfil adecuado para ser utilizado como títere, había demostrado su sumisión absoluta, no tanto por firmar el contrato de la plataforma de la armadora “VISION” que le comprometía, ya que, después de todo, su hijo resultaba directamente beneficiario de la operación, sino que , además, se había convertido en el más entusiasta masajista de pies cuando en los vuelos de las giras se sentía cansado, tenía carisma y le era simpático al populacho, por lo demás, resultaba grato en los banquetes ,cuando, dándole rienda suelta a su vocación profunda , amenizaba las reuniones cantando.

Porque tu amor es mi espina
por las cuatro esquinas hablan de los dos
que es un escándalo dicen
y hasta me maldicen por darte mi amor

Gabriel promovió el cambio de las disposiciones electorales que le permitieran la fácil entronización del títere por él designado, las que fueron impugnadas ante la máxima instancia del país que emitió un fallo anulando gran parte de éstas, pero dando la salida a su favor, gracias al enorme peso de su influencia , de que pudieran volver a expedirse otras sobre la misma materia, pese a la existencia de una prohibición expresa, que constreñía a las autoridades a no cambiar reglas en un plazo de veda previa a los comicios en el que ya se encontraba el proceso al momento de emitirse el fallo de anulación ya referido.

Se habrían declarado inválidas, entre otras disposiciones, la mayoría de las que eran relativas a la posible participación de candidatos independientes, una que decretaba que el responsable ejecutivo de la autoridad encargada de la organización de los comicios, permaneciera en funciones pese a la nueva integración de la misma

Una leal e incondicional allegada de Gabriel , Dalahel Curiel Pérez, había sido ratificada en el cargo por mandato de la legislatura, obligando la corte a los integrantes de la autoridades electoral a hacer una designación por ellos mismos al margen de lo que, de manera impropia establecía la amañada disposición legislativa.

Los integrantes del consejo general electoral, en un momento, en el que, al menos de manera oficial no habrían sido aun notificadas del fallo en cuestión, se apresuraron a hacer una designación exprofeso que, curiosamente, recaería nuevamente en la consabida Dalahel.

Años antes, aquella mujer se habría desempeñado como delegada fiduciaria de un banco, responsabilidad en el que llevó a cabo acciones por demás cuestionables, alguna vez, un comando armado asaltó el predio denominado “La Laguna” ubicado en el sur de la capital provincial, despojando a los poseedores de aquel paraje.

Los integrantes de dicho comando, al rendir su declaración ante el agente conducente del ministerio público, aducirían como justificante de su actuación el sugerente hecho de que contaban con un acta de aplicación de bienes levantada dentro de un proceso sucesorio, que, por lo demás, no coincidía en medidas y colindancias con las del predio materia de la ocupación violenta, pese a lo cual, lo habían ocupado por instrucciones de la entonces delegada fiduciaria Dalael Curiel Pérez.

Las consideraciones vertidas al respecto por la corte de justicia, estribarían en el anhelo de preservar la independencia de la autoridad electoral, cuyo consejo, al ratificar a la misma funcionaria, tomaba la opción de subordinarse motu proprio al implacable poder imperante en la localidad que no era ni podía ser otro que el de Gabriel Moreno.

Llevada a cabo la jornada comicial en cuestión, “Boby” Badú quedaría dotado de un mandato de escasos 18 meses, tendría por lo demás, ante sí, una asamblea legislativa y un cúmulo de cuerpos edilicios de cabildo que, en virtud de las disposiciones implementadas por Gabriel, extendían su permanencia en los cargos por un espacio de cuatro años y ocho meses habiendo iniciado sus funciones tres años antes de que el nuevo gobernante asumiera el cargo.

Al momento de ser nominados , habrían contado con el respaldo a sus aspiraciones que pusiera a su disposición el mandatario en funciones en esos momentos, que no era otro más que el propio Gabriel, quién, por el juego de lealtades políticas puesto en marcha, se erigía entonces en lo más cercano a lo que los sabios antiguos de Anáhuac, llamaban “el tloque nahuaque” , “señor del cerca y el junto”; encargándose por lo demás, el propio Gabriel de promover la designación, con carácter de inamovible, de un fiscal encargado de procurar justica en la localidad, y sobre el que, el pobre estúpido de “Boby” , carecería de toda influencia.

El breve plazo de tan peculiar mandato, se vería constreñido al inicio prácticamente inmediato de la carrera por sucederle , situación que abonaría a una debilidad estructural que lucía por demás manifiesta, la astringencia presupuestal y financiera que , de manera tangencial pudiese presentarse durante el lapso de su breve mandato, no contribuiría en mucho a consolidar su poder personal, mismo que, dado el caso, tan sólo encontraría respaldo en la fuerza política de Gabriel, que aprovecharía la inevitable debilidad y docilidad de “Boby”, para barajar a su antojo las cartas de sucesión de éste.
Gabriel determinaría que la campaña de “Boby” como sucesor putativo suyo, diera inicio en una comunidad aledaña a la capital provincial, llamado Azomatlán cuya intrincada historia ha estado siempre inmersa en la precariedad en la tenencia de sus predios, el despojo, la especulación y la violencia
Hace exactamente un siglo se expedirían las disposiciones sobre “Tierras Ociosas” en la que se atribuía a los municipios la facultad de entregar a cualquier solicitante de tierras, vía arrendamiento o aparcería, aquellas que a juicio de las referidas autoridades fuesen consideradas como tales , sin que al respecto, los demandantes fuesen sometidos a condición o requerimiento alguno, ni siquiera se exigía que fuesen vecinos de la localidad en cuestión, negando a los propietarios, por lo demás, el derecho a recibir cualquier tipo de compensación.

Disposición cuyas bases fundamentales, resultaban ser en sí mismas una aberración agronómica monumental, al no hacer salvedad alguna, atendiendo a que uno de los métodos de conservación de la vocación agrícola del suelo , conocido desde los tiempos del “Levítico”, consiste, precisamente, en permitir el descanso de la tierra.

De conformidad con el referido ordenamiento, los ayuntamientos estaban obligados a llevar un registro de las operaciones , de donde sabemos que el 15 de octubre de1929, el ayuntamiento de San Francisco Totimehuacan concedió a los habitantes de la localidad 250 hectáreas correspondientes a la primera fracción de la Hacienda de San Bartolo Coatepec propiedad de la sucesión de Guillermo Hinzpeter.

El 23 de julio de 1929 , los aparceros en cuestión, solicitaron al gobernador que les fueran dotadas las tierras que habían recibido en aparcería, señalando en su solicitud , únicamente a la referida porción como predio susceptible de afectación.

Leonides Adrew Almazán, siendo a la sazón gobernador , emitió el 11 de junio de 1930 la resolución provisional de dotación de tierras a favor del ejido de Guadalupe, afectando 205 hectáreas de la Hacienda de San Bartolo Coatepec pertenecientes a la sucesión de Guillermo Hinzpeter.
El procedimiento agrario en cuestión, se habría iniciado con seguimiento a lo dispuesto por la ley agraria del 11 de agosto de 1927 que carecía de toda aplicabilidad en la especie , ya que la misma había sido expresamente derogada en virtud de la entrada en vigor de la del 21 de marzo de 1929.

El ejido de Guadalupe, extendido en el área comprendida en la población de Azomatlán, quedaría constituido mediante resolución presidencial del 26 de junio de 1931, documento en el que se asentó de manera falaz , que la solicitud de tierras en cuestión habría sido interpuesta y tramitada con fundamento en la referida ley del 21 de marzo de 1929.

La Ley del 27 de abril de 1927 redactada de puño y letra por Narciso Bassols, fue reformada el 19 de mayo de ese mismo año y derogada por la Ley del 11 de agosto, bajo la cual, los aparceros de San Bartolo tramitaron que se les dotara una porción considerable del predio que les había sido entregado en posesión por el Ayuntamiento de Totimehuacan.

Tenemos así que entre el 27 de abril de 1927 y el 21 de marzo de 1929 se expidieron en el país tres leyes agrarias y dos decretos de reformas a las mismas, y si hemos de encontrar una explicación satisfactoria ante tal vorágine de disposiciones , habría que buscarla en el testimonio de un hombre que revestiría especial importancia en aquellos tiempos y particularmente en los avatares concernientes a las luchas agrarias como lo fuera el propio Narciso Bassols:

“Es muy probable que la Ley de 1927 no llegue a aplicarse, ya porque se le derogue en término breve, ya por que, sin derogarla íntegramente se recurra al procedimiento de introducir reformas que alteren sustancialmente su contenido y sistema.

Con lo que no se puede estar conforme,- continúa Bassols en su alocución-. Porque no es agrarismo y porque no es nada, es con una situación en la que vemos a gobernadores que se enriquecen hasta la ignominia, robando a los latifundistas y engañando a los campesinos, la inconformidad es con la estulticia convertida en institución social.

Es con el robo elevado a la categoría de principio revolucionario.

Es además inconformidad con el desorden y la falta absoluta de método, de sistema, que se traduce en una seria continúa de fracasos”

Gabriel se aprestaba, en una sociedad edificada no sobre las actividades agrícolas sino basada en una economía de servicios, se aprestaba a repetir las prácticas que condenara Narciso Bassols desde ultratumba, y para ello contaba con la docilidad de “Boby” como gobernante a modo de sus aspiraciones e intereses.

El albaceazgo de la sucesión intestada de Guillermo Hinzpeter, a cargo de su viuda la señora Mercedes C. de Hinzpeter, se apersonó al procedimiento de dotación provisional por medio de Miguel R. Aguilar, quién inició las diligencias conducentes en calidad de gestor de negocios de la sucesión, la parte afectada, alegaría en su defensa, que los solicitantes no se encontraban capacitados para recibir tierras en dotación , dado que en la cartografía de la localidad no se contemplaba la existencia del poblado de Guadalupe, y los solicitantes no constituían por ende un núcleo de población, sino un grupo de peones acasillados.

El 23 de julio de 1929 , los solicitantes de tierras del supuesto poblado de Guadalupe no señalaron más predio afectable que la Hacienda de San Bartolo Coatepec perteneciente a la sucesión de Guillermo Hinzpeter, pese a que, la resolución presidencial definitiva terminaría afectando otros predios adjuntos.

Tras la referida afectación agraria, derivado del incumplimiento de adeudos fiscales concernientes al impuesto predial , el recaudador de rentas de aquella población expidió mandamiento de embargo en contra de Guillermo Hinzpeter con fecha 24 de julio de 1933

El procedimiento comenzaría con la notificación y el embargo conducente del predio perteneciente a la sucesión del deudor y se siguió con el desahogo de siete almonedas, en la última de las cuales, ventilada el 2 de octubre de 1933, Elena M. viuda de Limón por conducto de su apoderado, el abogado Luis Lozano Cardoso presentaría una postura de $8,000pesos, la primera porción de la Hacienda de San Bartolo Coatepec abracaba una superficie de 499 hectáreas, habiendo sido afectada en 205 hectáreas en virtud de la resolución presidencial del 26 de junio de 1931.

La Hacienda de San Bartolo Coatepec, había sido vendida el 29 de enero de 1924 por el esposo de la Señora Elena M, viuda de Limón, Claudio Limón Seguí a Francisco del Razo, mediante escritura tirada ante la fe de Laureano Cabrera Robles, constituyéndose en dicho documento una hipoteca a cargo del adquirente y a favor del vendedor.

Meses antes de haberse tirado la escritura que acreditaba a Francisco del Razo como legitimo adquirente de la Hacienda de San Bartolo, el 11 de agosto de 1923, éste había revendido a Guillermo Hinzpeter una porción de 499 hectáreas de la referida hacienda por la suma de $30,000.°° , consolidando el comprador la parte proporcional correspondiente a la hipoteca que pesaba sobre el referido bien.

El procedimiento iniciado por la Tesorería Municipal de San Francisco Totimehuacan el 24 de julio de 1933 , habría constiyuido un subterfugio para que la viuda del dueño original del predio mayor en cuestión , recuperase la primera porción del mismo sin necesidad de emprender la acción hipotecaria conducente, recuperación que incluiría por lo demás , la proporción del predio en cuestión que habría sido afectada mediante resolución presidencial del 26 de junio de 1931 para la conformación del ejido de Guadalupe.

Gabriel conocía esta antigua historia, y en contubernio con los descendientes de la viuda de Limón se había propuesto desentrañarla con miras a adueñarse de lo que había sido la Hacienda de San Bartolo, y quería garantizar el pleno compromiso de “Boby”, como sucesor suyo en esa empresa.

Tendría, por lo demás, el pleno control de todo en la localidad, en su carácter de “ hombre de paja”, “Boby” había suscritos contratos que resultaban comprometedores en extremo , no sólo el de la planta automotriz “VISION”, sino el de un gigante armatroste espantoso de juego de feria, así como en de un museo que, a fin de cuentas , no contaría con muestra permanente de exhibición alguna, pero que serviría como un magnífico pretexto para saquear a discreción el patrimonio histórico y cultural de la ciudad.

Contratos, respecto a los cuales, nadie, más que el propio Gabriel resultaba beneficiado, pero cuyo sujeto susceptible de ser señalado como responsable, dado el remoto caso, sería el pobre idiota de “Boby”, aun cuando, claro está, no estaría demás resguardar dichos documentos de la curiosidad mal sana de la llamada “opinión pública”, decretando por el mayor tiempo que al efecto fuese posible su total reserva y confidencialidad.

De tiempo atrás, en Londres, se había puesto en funcionamiento un mecanismo por demás interesante, la autoridad encomendaba obra pública a los empresarios que la financiaban por su cuenta, y mientras se llevaba a cabo la edificación, la contabilidad gubernamental no asentaba en el rubro de deuda el trabajo realizado, únicamente al ser concluido y debidamente recibido por la administración, corría el plazo de deuda concerniente tanto a la edificación como al financiamiento, cuyo monto resultaba por demás abultado en atención a los correspondientes intereses.

Instrumento de financiamiento que, regulado en el “acuerdo sobre contratación pública” de la organización mundial de comercio, bien podía ponerse en funcionamiento en estas latitudes, sin que resultara obstáculo insalvable para ello, el insignificante hecho de que el país no formara parte del acuerdo en cuestión.

Lo propio, después de todo, había sido hecho por e Alfonso XII, pobre Rey triste y sin esplendor, cuya imagen siempre estará estrechamente ligada a “Orquídeas Imperiales”, la cinta protagonizada por la actriz Marga López, que se constituye, por definición, en la romántica tergiversación de una realidad infame, la misma que, en nada, se compagina con las glorias alcanzadas por Gabriel.

Las finanzas locales, lejos de lo que sucedía con la España derrotada por los Estados Unidos en la guerra de Cuba, no sólo no se hallaban en quiebra, sino que, muy por el contrario, se encontraban exuberantes y desbordadas; y si Gabriel requería para sus planes, adoptar un esquema por demás oneroso, no era movido por la necesidad, sino con el deliberado propósito de contar con liquidez en exceso, tanto en la cuenta pública como en la que corresponde a su bolsillo persona.

A toda costa, compraría al país con su propio dinero, él no era un decadente ridículo como lo era el rey español, y si su abuelo había sido echado del cargo por una prensa conformada por mediocres mentecatos que no entendían la grandeza y hacían escándalos por la simple muerte de unos “piojosos”, él alcanzaría el destino que le estaba reservado, comprando lo que fuera y a quién fuera menester.

Los incautos repetirían la conseja de la añeja fortuna familiar de “Boby” acumulada en el giro de los hilados, cuyos talleres habían cerrado en realidad varias décadas atrás, dejando, ciertamente tras de sí algún caudal de consideración en metálico, que sería invertido en el financiamiento de las campañas presidenciales del partido albiazul de la derecha, hasta recibir una gratificación de enorme valor comercial, como lo sería, nada más y nada menos, que la delegación nacional en la localidad para ejercer la recaudación fiscal.

De inmediato haría ronda en sus flamantes oficinas Sergio Castro, degustando con él, en no pocas ocasiones, los tacos de langosta del “celias” traídos al momento desde la bahía de Santa María, y con cuya sociedad, “Boby”, entraría al estrellato por la puerta grande.

No solamente se arreglarían a modo las auditorías que el efecto se presentaban, generándose al respecto pingües comisiones, sino que, de manera mucho más destacada y gananciosa, se daría cabal justificaciones a las operaciones de triangulación laboral con las que Castro alcanzaría fama, no sólo entre industriales ahogados por sus pasivos, sino que, incluso, entre poseedores de liquidez dineraria ilimitada proveniente de los más diversos e inimaginables de los giros comerciales; también de esos contactos, por supuesto, conocería Gabriel con exactitud los más intrincados de los secretos que al efecto encerraban.

Lo de menos era que el pueblo quedara endeudado por generaciones enteras, o que se lamentara día y noche por la violencia generada por los grupos que perforaban de manera clandestina los ductos de la infraestructura petrolera, después de todo, los alcaldes del área, debidamente subordinados al general Triwatz, le reportaban suficiente dinero que justificaba a cabalidad en el conglomerado turístico “CIVITAS express”, y si alguien tendría, dado el caso ,que responder por los platos rotos, ahí estaba el imbécil de “Boby” para ello , no en balde era “su gobernador a modo”, todo mientras siguiera masajeando sus pies en las giras y cantado boleros y baladas en los convites sociales que tuviese menester de convocar .

De noche cuando me acuesto
A Dios le pido olvidarte
Y al amanecer despierto
Tan sólo para adorarte