Gabriel Sánchez Andraca
Un matrimonio entre desiguales, es casi seguro que irá al fracaso y en el asunto de la Alianza va por México formada por tres partidos tan desiguales como lo son el PRI, el PAN y el PRD, era lógico suponer, que fracasarían en su intento de imponerse en el ánimo de los ciudadanos mexicanos, para sacar a Morena del poder.
Me dirán que Morena es un partido formado por desiguales y ganó y se mantiene en el poder. Si pero Morena representa el cambio político, económico y social, que la inmensa mayoría de los mexicanos estaban esperando. Un cambio total de rumbo que frenara la corrupción, la entrega del país a capitalistas extranjeros y a sus cómplices mexicanos; que detuviera la violencia y el creciente poder del crimen organizado que se había apoderado de regiones enteras como el estado de Michoacán; un gobierno, que diera esperanzas a las clases maginadas; obreros, campesinos, clases medias populares, que parecían, y se sentían totalmente olvidadas y reprimidas en su propio país. A los mexicanos los unió sus ansias de libertad y progreso, lo mismo que está ocurriendo en toda América Latina cuyos habitantes arrastramos desde hace cientos de años, la herencia colonial que dejó a nuestros países sumidos en la miseria, en la ignorancia, y en las manos de una clase dominante no solo mediocre en lo moral, sino en lo intelectual que siguió explotando a los de abajo considerándolos de raza inferior.
LOS PRIMEROS GOBIERNOS SURGIDOS DE LA Revolución de 1910, fueron gobiernos progresistas que impulsaron a las clases populares agrupadas en los sectores obrero, campesino y popular. Y se logró un avance positivo que nos colocó a la cabeza de los países latinoamericanos.
El neoliberalismo traído a México por Carlos Salinas de Gortari y un grupo de doctores en economía, egresados de las mejores universidades estadounidense, se incrustaron en el gobierno y dieron un viraje de 180 grados, pretendiendo convertirnos en un país del primer mundo y los únicos que lograron colocarse en esa dimensión, fueron ellos que mediante la corrupción y su alianza con capitalistas nacionales y extranjeros, amasaron increíbles fortunas, provocando el empobrecimiento mayor de las clases marginadas. En el 2018, más de 30 millones de connacionales dijeron “basta” y quienes detentaban el poder no tuvieron más que obedecer para evitar una catástrofe revolucionaria en la que había el riesgo de que lo perdieran todo.
CON UN GOBIERNO NACIONAL SUGRGIDO DE LAS clases populares, ellos, la gente del poder, decidieron desestabilizar al país uniendo a los tres partidos que durante décadas dominaron el escenario político de México, para bombardear con ataques mediáticos constantes al gobierno nacional, creyendo que los ataques constantes y sistemáticos, convencerían a la ciudadanía de que había cometido un grave error al llevar al gobierno nacional, a unos desconocidos, en lugar de los experimentados priistas y panistas.
En el caso de los priistas sí es cierto que había muchos políticos experimentados, con oficio, con sensibilidad, pero la corrupción de muchos de ellos, los cegó y perdieron hasta su amor a México.
Por lo que respecta a los panistas, bastaron dos gobiernos, el de Fox y el de Calderón, para que los mexicanos se dieran cuenta de su total desconocimiento de lo que es el poder público volviéndose tan o más corruptos que sus antecesores.
Sus ataques al gobierno han sido tan inocentes, tan burdos, que solo gente poco informada les ha hecho caso. Han fracasado rotundamente como opositores. Si hoy se desintegra esa alianza, es porque no ha dado el resultado que esperaban y el gasto que han hecho, incluyendo a sus aliados los ultraderechistas yanquis, ha sido excesivo.
¿A QUIEN SE LE OCURRE UNIR, PARA TRABAJAR JUNTOS, a un liberal priista, a un reaccionario panista y a un dizque izquierdista perredista? Solo a un idiota o a unloco.