Puebla y la tragedia de sus desaparecidos

Victor de Regil

 

Uno de los dramas más grande que vivimos en nuestro país y, por ende, en Puebla, es la de los desaparecidos, los cuales han rebasado la cifra de los 100 mil en lo que va del siglo, una verdadera tragedia desde donde se quiera ver.

Lo que respecta a Puebla, tan solo de enero a julio sumaron 922 personas desaparecidas en Puebla, y la Comisión de Búsqueda solo tiene registro de 81 localizaciones

Las víctimas por desaparición en Puebla aumentaron 18.4 por ciento de enero a julio de este año con respecto al mismo periodo de 2021 pues, de acuerdo con la Fiscalía General del Estado (FGE), 922 personas más desaparecieron este año.

Es importante mencionar que en la página de internet de la Comisión de Búsqueda de Personas del Estado solo hay 81 reportes de personas localizadas en este 2022, pero se desconoce qué tan actualizada está la lista y la cifra representa apenas el 8.7 por ciento de las 922 desapariciones.

El pasado 30 de agosto se conmemora el Día internacional de las víctimas de desapariciones forzadas, Karina, Rodrigo y Javier no aparecen, la última vez que sus familias los vieron salieron a divertirse, pero ninguno regresó a casa.

La historia de una de ellas es la de Karla, quien tenía 21 años cuando desapareció a manos de su pareja, Óscar Isaac Martínez Lezama, quien era más grande que ella por 15 años. En el municipio de Tehuacán, en donde acudió a un centro nocturno, del cual salió con su pareja, según las cámaras de seguridad del lugar, y no se les volvió a ver.

Tehuacán es en la actualidad el segundo municipio con más personas desaparecidas en 2022, de acuerdo con el informe de Georreferenciación, Violencia de Género, y Marisela, mamá de Karina, asegura que en esta región hay una red de trata.

Además, la señora Marisela reveló que la amenazaron vía telefónica para que dejara de buscar a su hija. “Que me fuera porque me iban a levantar y me iban a quitar a la otra niña (su segunda hija) y le iba a pasar lo mismo que a Karina”, relató.

A pesar de que Marisela denunció estas amenazas, la respuesta de las autoridades fue que “eran amenazas normales”, además de que Marisela recibía mensajes de posibles ubicaciones de su hija, pero para la fiscalía era dos cosas “extorsión” o “mentira”.

Esto sin mencionar que los videos de las cámaras de seguridad del centro nocturno de Tehuacán fueron extraviadas por un mismo director de la FGE, Arturo Hernández Ardide.

Días antes de la desaparición, Marisela se fue de viaje con su hija menor. Karina decidió quedarse y a los pocos días dijo a su mamá que se había ido a vivir con su novio, de 36 años. Karina había terminado la secundaria abierta y no tenía planes de casarse o vivir con alguien, de acuerdo con su madre, por lo que ella cree que fue forzada a irse.

En 2019 se creó una comisión especializada en la desaparición de personas en Puebla y, aunque Marisela admite que cooperan más con la búsqueda, las investigaciones están muy atrasadas, pero ella sigue buscando a su hija.

“Aquí dejó a una niña de dos añitos y ella pregunta por su papá, porque era su adoración y cada vez que ella ve que yo me voy para Puebla me dice ‘¿abuelita y ya vas a traer a mi papito?’ y pues le digo, no lo sé, igual y me lo encuentro yo en el camino, pero ella sabe que su papá está trabajando, no que está desaparecido”, narró en entrevista la señora Rosa, madre de Rodrigo Sánchez Juárez.

Su hijo y su amigo Javier Rodríguez Hernández salieron a tomar unas copas el 26 de octubre de 2020 y ninguno regresó.

Rodrigo acababa de cumplir 28 años y, aunque Rosa cumplió con todo el protocolo de una desaparición, el comandante de apellido Ferrer de San Salvador El Seco, le aseguró que su hijo se fue por voluntad propia.

“Cuando yo le iba a pedir informes me decía: es que su hijo no está desaparecido, su hijo se fue por su propia cuenta (…) se me quedaba viendo de arriba abajo y me dice este señor ´véase, usted está jodida, no le pueden pedir un rescate no tiene dinero para pagarlo”, recordó con tristeza.

La señora Rosa asegura que el día que su hijo desapareció la última ubicación del celular se encontraba en un lugar cercano a la casa de “El Sonora”, un sujeto que se dedicaba a vender marihuana, y a quien su hijo frecuentaba para comprarle.

“Sabrá Dios si él tenga con qué taparse, aunque sea un trapo, porque pues hace frío y mi hijo siempre padeció de eso, de frío. Entonces digo, híjole, ¿tendrá mi hijo con qué taparse?, ¿habrá alguien que le habrá regalado, aunque sea una tortilla dura?”, se pregunta la señora.

En el 2020, de acuerdo con datos de la Fiscalía General del Estado (FGE), desaparecieron en todo el año 6 personas en San Salvador El Seco.