Ignacio Mier no pude cubrir su ADN priista. Y es que, tanto inflaron los medios y las plumas afines al diputado federal Ignacio Mier la posibilidad de que su informe legislativo se convirtiera en una gran pasarela nacional, con la presencia de miembros del gabinete y de todas las corcholatas presidenciables, que el acto pasado a propósito de su informe legislativo, con una asistencia 40 por ciento debajo de la expectativa, terminó siendo apenas una reunión de los amigos del natural de Tecamachalco. Hubo además evidente acarreo, con torta y frutsi para quienes llegaron, entre ellos niños, y con todos los vicios del antiguo PRI.
Efectivamente, en el acto de Mier hubo muchos diputados federales. Por supuesto, porque es el coordinador, aunque sea de membrete. Además, el poblano pagó traslado y hospedaje a todos los invitados. A
Llegaron cuatro gobernadores (Morelos, Michoacán, San Luis Potosí y Sinaloa), pero todos son sus cuates desde hace años. Además, los de Morelos y San Luis Potosí, ni siquiera son de su partido, Morena.
Estuvieron otros coordinadores, como el impresentable Gerardo Fernández Noroña, del Partido del Trabajo (PT), quien se destapó a la Presidencia de la República.
También destapó a Nacho a la gubernatura y, tal vez con toda intención, lo metió en problemas graves, pues confirmó el “informe” como un verdadero acto adelantado de campaña.
Pero lo más interesante es que estuvo lo peor de Morena o de quienes tratan de regresar a las nóminas del poder público. Por ejemplo, el marinista Francisco Ramos, emisario de Fernando Manzanilla y ex yerno de la recién salida de prisión Rosario Robles.
También estuvieron el ex secretario de Gobernación, David Méndez; o el ex priísta y ex vivanquista Iván Galindo.
Pero donde el respaldo a Mier exageró en su desprestigio, fue con la presencia del todavía priísta Enrique Doger Guerrero y Enrique Chávez Estudillo, quien acarrea señalamientos de mucha corrupción.
De su último encargo, en la Delegación del IMSS, El Kío Chávez fue corrido por la puerta trasera, en septiembre de 2018.
Fue el último sobreviviente del grupo que Doger dejó incrustado, para sus oscuros fines, en esa dependencia, de la que fue delegado federal en el peñismo. Pero muchas cosas todavía hay que explicar sobre el paso de estos dos por el IMSS. Doger, con absoluta desfachatez, aunque todavía y formalmente es priísta, dijo que “Nacho será gobernador de Puebla”. La pregunta es ¿qué espera el tricolor en Puebla para su expulsión?
De ese nivel fueron los invitados de Nacho, ninguno de nivel real o que nos hiciera pensar que se mandó la famosa “señal”.
Al acto, se esperaban 7 mil asistentes. Sin embargo, de acuerdo con el dato oficial de los mismos organizadores, sólo llegaron poco más de 4 mil. Los muros móviles del auditorio del Cholula Center se movieron para dar la apariencia de cupo completo, pero la verdad es que faltó 40 por ciento de los esperados.
Toda la organización, colocación de sillas, buena parte del acarreo y la entrega de tortas u jugos estuvo a cargo del Ayuntamiento de Tecamachalco. Participaron empleados del municipio que gobierna Nachito Junior, hasta en las fotos y videos de la publicidad de Nacho papá, como modelos.
Las porras fueron prefabricadas.
Los gritos de “gobernador, gobernador”, también creados artificialmente. No fue un acto genuino de apoyo.
El diputado federal, quien siempre ha exhibido problemas para discursos largos, ofreció su “informe” en un video y luego dio un breve mensaje.
Mientras más tiempo tiene el micrófono, más probable es que termine cometiendo un grave error.
Ya lo vimos frente al Presidente, en Palacio Nacional, hace unos meses. Mier resultó tan inflado por sus medios que quedó muy disminuido en la realidad.