COMENTARIO A TIEMPO. Los jóvenes de hoy, adultos mayores del mañana

Por Teodoro Rentería Arróyave

Oportuno el tema de esta entrega que nos ofrece el reconocido colega y gran amigo Jesús Víctor Ferrer Covarrubias, para recordar a mis padres, doña María y el médico Fortino, en su 86 aniversario de su matrimonio en un día como hoy de 1936.

Tal parece que una gran mayoría de la humanidad formada por jóvenes o adultos está de regreso a sus orígenes ancestrales de algunas culturas que desaparecían a sus viejos, inclusive con prácticas crueles, para que dejaran “los espacios” a los jóvenes; sin duda se olvidan de la historia en el devenir de las civilizaciones que colocaba en lugar preponderante al anciano por su experiencia y sabiduría.

El periodista y abogado, Víctor Ferrer ha presentado una adecuada y justa iniciativa al Instituto Estatal Electoral, IEE, de Baja California, para incluir a los adultos mayores en las “Acciones Afirmativas”, en otras palabras, incorporarlos en el conjunto de medidas de carácter temporal encaminadas a acelerar la igualdad de hecho entre mujeres y hombres de todas las edades.

En su trabajo “Acciones Afirmativas” de la investigadora parlamentaria, licenciada Alma Arámbula Reyes, que contó con otros expertos, nos indica que, “la discriminación positiva o acción afirmativa es el término que se da a una acción que, a diferencia de la discriminación negativa o simplemente discriminación, pretende establecer políticas que dan a un determinado grupo social, étnico, minoritario o que históricamente haya sufrido discriminación a causa de injusticias sociales, un trato preferencial en el acceso o distribución de ciertos recursos o servicios así como acceso a determinados bienes. Con el objeto de mejorar la calidad de vida de grupos desfavorecidos, y compensarlos por los perjuicios o la discriminación de la que fueron víctimas en el pasado”.

Indica Ferrer en su iniciativa que, los ciudadanos de la tercera edad deben ser reconocidos como gente totalmente valiosa, digna de respeto y admiración, pero sobre todo de reconocimiento político social y afectivo.

Bajo la anterior premisa y para honrar el “Dia del Adulto Mayor” que se conmemora en México el 28 de agosto, fecha que, en Baja California pasó desapercibida para los tres órdenes de gobierno, el Lic. J. Víctor Ferrer C., presentó ante el Instituto Estatal Electoral, la petición para que las personas de la tercera edad o adultos mayores sean consideradas dentro de las “acciones afirmativas” en el siguiente proceso estatal electoral.

La idea, indica, es que las autoridades electorales incorporen a los adultos mayores, evitando su discriminación, por medio de las “acciones afirmativas” tal como en su momento se hizo con jóvenes, personas discapacitadas, de origen indígena y la diversidad sexual.

En su escrito, Ferrer menciona que, los adultos mayores constituyen un grupo vulnerable en la ley y en la sociedad; ven afectados sus derechos constantemente, son víctimas de discriminación, violencia, abandono, exclusión, estigmatización y soledad, situaciones que tienen como consecuencia un evidente deterioro en su calidad de vida.

Por su parte la experta argentina, María Sofía Sagües nos señala que: “Las Acciones Afirmativas también denominada discriminación inversa, implica la utilizaron de protección especial sobre determinados sectores sociales históricamente discriminados, en miras a procurar una solución transitoria que permita garantizar la igualdad de oportunidades”

Argumenta Ferrer que, las personas de la tercera edad de 60 años y más, de acuerdo con la información censal de 1990, en comparación con la de 2020, se triplicó de 5 a 15.1 millones, pasando del 6 por ciento al 12 por ciento de la población. En Baja California corresponde al 9.4 por ciento de los 3’769.020 del total de habitantes de la entidad.

En materia electoral, el importante segmento de los adultos mayores no ha sido tomado en cuenta en esa entidad, a pesar de que antaño la gente de mayor edad era la que ocupaba puestos de mayor relevancia y como ejemplo baste recordar la forma en que se integraba el Senado Romano. Recordemos que Senado viene de Senecto.

La discriminación es lamentable e históricamente ha sido padecida por grupos de la población más vulnerables, como las personas adultas mayores en referencia a la oferta de puestos de trabajo donde se señala que debe ser menor de 35 o 40 años para que puedan ocupar el puesto.

Por su parte doctora mexicana, Anna María Fernández Poncela, en la misma obra nos explica, que las acciones afirmativas: “Pueden definirse como aquellas acciones cuyo objetivo es borrar o hacer desaparecer la discriminación existente en la actualidad o en el momento de su aplicación, corregir la pasada y evitar la futura, además de crear oportunidades para los sectores subordinados. Se trata de políticas concretas que sirven al objetivo más amplio de igualdad de oportunidades”

Y remata Ferrer, que una de las formas más oprobiosas de discriminación a los adultos mayores, se da cuando es forzosa la jubilación, a partir de los 65 o 70 años respecto de magistrados, jueces, fiscales, etc., cuando en muchos de los casos, en esa edad se tiene mayor lucidez y conocimiento de las materias que se han practicado por años y contraviniendo el artículo Primero de nuestra constitución.

Finaliza su escrito diciendo: “Hagamos vivos sus derechos, porque si somos afortunados, un día todos seremos adultos mayores. Tarde o temprano todos formaremos parte de este grupo poblacional”. Tienen la palabra sobre este importante tema, los consejeros del IEE y el impulso que a este asunto quieran otorgar los representantes de los partidos políticos acreditados ante el Instituto.

Nosotros le sugerimos al colega, al abogado, al amigo, que su estupenda iniciativa la haga llegar, en forma urgente al Instituto Nacional Electoral, INE, y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos, CNDH, es una iniciativa de gran calado social.

Que no se les olvide: LOS JÓVENES DE HOY, SERÁN LOS ADULTOS MAYORES DEL MAÑANA.