Gabriel Sánchez Andraca
Ayer le comentamos lo que un grupo de priistas consideran necesario para recuperar su partido; la renuncia o la destitución de sus actuales dirigentes nacionales y locales y poner al frente del partido, a priistas experimentados, con oficio político y con sensibilidad social. Como los priistas anteriores al neoliberalismo.
Ven con buenos ojos la postulación de Beatriz Paredes Rangel, como candidata a la Presidencia de la República. La actual senadora, es una priista leal y bien preparada para asumir esa responsabilidad. Aunque su triunfo sería difícil, con ella el PRI podría iniciar su recuperación para hacer del partido tricolor un partido fuerte y bien organizado, aunque ya no sería como lo fue, el partido que lo arrasaba todo. Esos tiempos ya pasaron y debemos reconocerlo.
Si hay quienes piensan en un regreso al pasado, están fuera de la realidad. El Partido Revolucionario Institucional, ya cumplió su misión, la de hacer de México un país moderno y dejar atrás los graves problemas que dejaron los sistemas colonial y porfirista que durante tanto tiempo padecimos
“No debemos ser como los conservadores que todavía están pensando en los privilegios de que disfrutaron a costa de las injusticias sociales que se cometieron con obreros, campesinos y personas de las clases medias populares. Esos sectores de nuestra población, fueron rescatados por la Revolución de 1910, que fue la que llevó a cabo la reforma agraria, que instituyó la Ley Federal del Trabajo para garantizar los derechos de los trabajadores y que creó las condiciones para el desarrollo de las clases medias, con servicios educativos y de salud gratuitos todo esto a través del partido surgido de esa revolución.
“Debemos estar orgullosos de eso y seguir adelante para superar los problemas surgidos con sistema neoliberal, que un sector de nuestro partido impuso, como se impuso en muchos países del mundo y en todos fracasó.
“Si queremos recobrar la confianza popular, debemos actuar con realismo y con honestidad y eso solo se puede hacer con dirigentes capaces, conocedores de nuestra historia, honestos y sobre todo, con gran sensibilidad social”.
“Dirigentes que no reúnan esas cualidades, nos hundirán más y seremos los responsables del fortalecimiento de la derecha, que no llegará al poder, pero que podría seguir sembrando escollos para frenar nuestro desarrollo”.
Los ocho priistas con quienes tuvimos esta plática, estuvieron de acuerdo en todo lo ahí expresado y dijeron estar dispuestos a seguir trabajando en las filas del PRI, para hacerlo un partido confiable por sus principios, sus programas, pero sobre todo por su entrega a las causas populares.
Entre los presentes estuvieron dos de los expertos en la movilización de las bases del partido tricolor, pertenecientes a un grupo de activistas que cualquier partido político quisiera tener.