Gabriel Sánchez Andraca
La guerra sucia en política, es destructiva de los mismos partidos que la practican.
Fue traída a México por el Partido Acción Nacional, en el año 2000, con expertos españoles, ya nacionalizados mexicanos, para apoyar a su candidato presidencial Vicente Fox y como les dio resultado, volvieron a aplicarla con los mismos “expertos”, en la campaña de Felipe Calderón.
Se basa en ataques sistemáticos a los adversarios, con verdades, verdades a medias y con vulgares chismes, que son los que finalmente prevalecen.
A los adversarios políticos internos o externos, se les acosa incluyendo incluso a miembros de sus familias.
Este sistema, también llamado “guerra de lodo” es de lo más nefato para la vida política y democrática de un país y para la misma vida de los partidos.
Lo estamos viviendo: la guerra sucia interna del PAN, que tiene dividido, enfrentado entre sí, al mismo Partido Acción Nacional, al enfrentarse la actual gobernadora de ese estado, contra el gobernador que salió y que también es panista. Los que pierden en casos como estos, son los ciudadanos del Estado de Chihuahua y el mismo partido conservador. El ex gobernante afirma que los ataques de su sucesora y correligionaria, son una venganza personal.
Hemos visto como la guerra sucia de las 12 tribus, corrientes o grupos enfrentados al interior del Partido de la Revolución Democrática, PRD, están acabando con ese partido que llegó a ser importante en los años ochenta y noventa.
También el PRI debe su debilitamiento, a los brotes internos de guerra sucia que se dieron en su interior, además de la guerra de lodo que hicieron contra sus candidatos, sus ahora aliados del PAN y del PRD.
PERO NO SOLO ESO, LA GUERRA SUCIA O DE LODO, desprestigia a la actividad política, al convertirse más que en corrientes con propuestas buenas o malas para ejercer el gobierno en municipios, estados o en el país, en grupos de chismosos que para derrotar al adversario, no utilizan argumentos serios y responsables, sino rumores sin fundamento, en insultos, en acciones a veces violentas que en vez de ayudar, desprestigian a los grupo o partidos que las practican.
MORENA EL PARTIDO GOBERNANTE, LLEGO AL poder por el ofrecimiento de cambio que su máximo líder, el presidente Andrés Manuel López Obrador ofrecía. Y el cambio no solo comprende el tema económico y de corrupción, sino acabar con las prácticas sucias, bajas, que ya dominaban el panorama político nacional y que lo han enfermado hasta el grado de que se están dando casos de este tipo de guerra, en el interior de Morena lo que es sumamente preocupante.
Los enemigos que el partido Movimiento de Reconstrucción Nacional tiene fuera, son muchos y muy poderosos. Es la corriente derechista, conservadora, que no quiere que nada cambie, porque no les conviene. Dentro de ese partido hay personas tan carentes de realismo, que no se dan cuenta que al provocar enfrentamientos internos, están poniendo en serio riesgo la tranquilidad del país y la existencia misma de su partido.
Los pleitos internos del PRD, tienen ahora a ese partido al borde de la tumba: ha perdido su registro en veintidós estados de la república por no alcanzar el 3 por ciento de los votos en elecciones locales de esos estados. El ciudadano común, que muchos políticos consideran tonto, no lo es en realidad y se dan cuenta perfectamente de las malas acciones, de las traiciones y de la falta de interés por luchar por los principios y objetivos del nuevo partido, sino que buscan lucimiento y poder personal, como los antiguos caciques que abundaban en las diferentes regiones del Estado, refiriéndonos a Puebla, y de los que todavía hay rezagos en algunas partes de la entidad.
MIENTRAS MORENA NO SE ORGANICE COMO UN auténtico partido político, con ideología clara y precisa, con estructura, con organización, con disciplina y unidad interna, no podrá acabar con los que en su interior hacen labor de zapa, contra el mismo partido del que dicen formar parte. Es necesario que la dirigencia nacional ponga orden y para que eso exista, se hace indispensable que los dirigentes, tangan la fuerza moral que solo les daría una buena y eficaz organización.
HACE DOS DIAS RECIBIMOS LA TRISTE NOTICIA del fallecimiento de nuestro amigo Julián Hadad Férez, un priista destacado y trabajador, que llegó a ser regidor del ayuntamiento de Puebla cuando lo presidió la senadora Blanca Alcalá.
Era un deportista consumado. Diariamente corría 5 kilómetros y tal vez eso le perjudicó, pues ya tenía más de 70 años y le provocó un infarto que lo llevó a la tumba. Fue también un exitoso industrial textil.
Desde aquí enviamos nuestro más sincero pésame a sus familiares y amigos. Que en paz descanse.
ROCÍO GARCÍA OLMEDO, MAESTRA EN DERECHO, políticas públicas y de género, feminista ella, nos dice que en diez años han desaparecido 594 niñas en el estado de Puebla, cuyas edades van de los 11 a los 17 años. Deben implementarse acciones para localizar a estas personas, cuya desaparición ha llenado de dolor a sus familias.
LOS PRIISTAS SE DAN ANIMOS Y QUE BUENO: SU dirigente estatal Néstor Camarillo, afirma que Morena no es invencible, y que si los priistas se mantienen activos y unidos, van a ganar presidencias municipales en la región de Tecamachalco.
El dirigente priista estuvo de gira en los municipios de Tecamachalco, Yahutepec y Tochtepec, donde tomó la protesta a los nuevos comités municipales de esos lugares.