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José Antonio López Sosa
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Es una historia compleja con muchas aristas, como se conoce públicamente, todo comenzó la semana pasada cuando el sitio más importante de promoción turística del país (con más de 600 mil visitas mensuales), desplegó una imagen que decía, se encontraba en mantenimiento. El viernes por la tarde la imagen se cambió por otra que decía, suspendida por falta de pago.
Cientos se fueron con la finta, publicaciones personales y de medios especializados aseguraban que el gobierno federal no había pagado el dominio o el hosting de la página, las filias y las fobias se desataron perdiendo la perspectiva de lo que realmente ocurría.
El sitio fue redireccionado hacia una imagen, luego se supo con precisión la historia de un lado y del otro.
Entrevisté el domingo a Juan Carlos González, director de Visit México quien argumentó que quien les quitó el control de la página, sin existir adeudo alguno fue la empresa TECNOCEN, un prestador de servicios.
En contraste TECNOCEN envió una carta al presidente López Obrador, asegurando que se trata de adeudos que tenían con ellos, el motivo para que hayan redireccionado de esa forma el sitio.
La conclusión es que la secretaría de turismo concesionó, al parecer mediante adjudicación directa, la página Visit México a la empresa Braintivity a cambio de «activaciones» por 40 millones de pesos anuales, sin contraprestación alguna. Esa misma empresa tiene un problema con un proveedor y quien resulta afectado es México como país, cuando la página más importante de promoción turística queda fuera de circulación ante los ojos de la industria turística internacional.
Ahora hay dos historias, la que me contó Juan Carlos González y la que expone en cartas Juan Sergio Loredo –que hasta ahora no nos ha concedido entrevista alguna–, mientras tanto la Secretaría de Turismo y su titular Miguel Torruco se deslindan con comunicados cuando, como cabeza de sector, son responsables de la promoción turística del país a través de ese portal, aún cuando esté concesionado.
Esta novela apenas empieza, apuntes al subdesarrollo