Martha Elba Castelán Cuspinera. La mirada del colibrí V

Martha Elba Castelán Cuspinera. Desde el Taller de Escritura Creativa Miró, dirigido por Miguel Barroso Hernández, en Veracruz; Martha escribe fragmentos de una historia que, por instantes, la toca muy de cerca. De manera sencilla, pero certera, habla del amor, de la familia y de tristezas que a la larga se transforman en felicidad.

Con la pasión de quienes, a través de la literatura, abrazan al mundo; Martha nos invita a reflexionar. El crecimiento de esas mujeres que han tomado las riendas de su vida, está presente en cada uno de sus textos.

 

La mirada del colibrí V

 

Ya la maestra Lucy nos había mostrado, en fotografías, ese fabuloso mundo y cuando papá anunció que festejaríamos mis 15 años, en familia, con un viaje a Disneylandia: me puse contentísima.

Llegada la fecha salimos, plan tour, en un autobús donde entablamos amistad con otras familias.

Las Vegas fue nuestra primera parada y aunque no tenía edad para jugar en los casinos, logré disfrutar, en el hotel Mint, del legendario e inigualable Frank Sinatra quien cerraba el elegante espectáculo con la interpretación que no le perdonaba su público: “My way”.

Justo el día de mis 15 años -22 de marzo de 1975- festejaría en el hotel Stardust con el show del Lido de París. Por mi corta edad, temíamos que no me permitieran la entrada, pero una señora de la excursión se encargó del peinado y maquillaje para despistar. Ataviada con tacones y vestido largo, pasé la prueba; curiosamente, un chico de 18 años, que nos acompañaba, no tuvo la misma suerte.

Era una escuincla a los 14 años, todavía jugaba a las muñecas y, como la cenicienta, de un día para otro, me convierten en princesa: lo más parecido a ser mujer.

Ya en Disneylandia, con mis padres y hermanos, las expectativas se cumplieron al ciento por ciento. Fue una gran aventura que agradeceré por siempre, pero 27 años después me pregunté por qué no me festejaron como realmente soñaba. Mi hermosa hija Regina iba a cumplir sus 15 primaveras e imaginé cómo me hubiera gustado tener una fiesta a la usanza antigua: con vestido ampón, banquete, vals, chambelanes y pastel de varios pisos.

CONTINUARÁ…