Traidor a la patria

 

José Antonio López Sosa

Ahora llamar al otro traidor a la patria, es el lugar común favorito de nuestros políticos en turno, tanto del partido en el poder como de la oposición.

Como una estrategia pueril, desde el partido en el poder comenzaron a llamar traidores a la patria a los legisladores que votaran contra la reforma eléctrica propuesta desde la presidencia de la república. Mediante reflexiones de muy bajo calado trataron de justificar llamar traidores a la patria a quienes pensaran distinto.

Luego, con la forma reaccionaria de nuestra oposición, comenzaron a compartir postulados donde ellos llaman a los que están en el poder, traidores a la patria.

En términos de comunicación, la estrategia de López Obrador fue un exito porque ahora todos se llaman traidores de la patria de un lado y del otro.

En términos políticos, el aquilatar este postulado tanto en el partido en el gobierno como en la oposición, denota lo terriblemente pobre del discurso y del debate político en nuestro país.

Traicionar a un ente como lo es la patria, no tiene nada que ver con coincidir o no con la visión del presidente en turno, tampoco resulta un argumento válido para quienes se oponen a las ideas políticas actuales.

Hoy en día, cualquier persona que no esté de acuerdo con una línea de pensamiento es llamada traidor a la patria, aunque en realidad el mensaje de fondo es una traición al pensamiento uniforme, al aceptar sin cuestionar, al creer de forma casi teológica en un argumento político o económico, en otro orden de ideas, la cancelación de la democracia en el ejercicio del poder y, resulta curioso cuando con consultas populares se quiere disfrazar el gobierno en turno de demócrata, al mismo tiempo que en el ejercicio del poder se trata de suprimir esos valores reales de la democracia como son, disentir y pensar distinto.

Bajo la lógica de los integrantes de MORENA y del aglutinado opositor, todos quienes pensemos distinto en una u otra forma somos traidores a la patria, tanto de un lado como del otro hay un dejo de intolerancia ideológica y práctica que acentúan la polarización política y social en nuestro país.

En estos días han sido señaladas miles y miles de personas como traidores a la patria, la frase de moda de la cuarta transformación para ubicar a los opositores y, la frase también de moda para la oposición para ubicar a los fieles de la 4T.

En síntesis, cada día es más barato el mensaje político y la descalificación, ya no es con ideas o con realidades, ahora es con frases trilladas y lugares comunes que convencen a una legión de creyentes de uno y otro lado.

¡Pobre patria!