Abel Pérez Rojas
“Palpito en el barro,
hierro y bronce que resguarda
a nuestros ancestros para la memoria colectiva”.
Abel Pérez Rojas.
Este domingo 3 de abril del año en curso inicia en el Palacio de Bellas Artes el homenaje nacional al escultor Andrés Peraza, y con ello, la ocasión para revalorar su obra, sus aportes al arte y la ciencia de nuestro país, así como el excelente motivo para reflexionar en torno a la creatividad, los puentes artísticos y culturales intergeneracionales y los ejes transversales entre las artes.
En Sabersinfin.com no hemos querido mantenernos al margen de la conmemoración nacional, por ello, a través de Filigramma, la revista literaria del Círculo de Escritores Sabersinfin, hemos querido dedicar nuestro más reciente número a Don Andrés Peraza.
Aquí presentamos el vínculo donde puedes descargar gratuitamente Filigramma número 11 , y compartimos íntegramente el editorial escrito por mí con motivo de dicha publicación:
En el presente número de Filigramma se rinde un merecido homenaje a Don Andrés Peraza (1922-1998) el escultor oriundo de Yucatán, México. El tributo es con motivo de los primeros cien años de su nacimiento.
Son muchas las obras que construyeron una trayectoria digna de ser recordada por las futuras generaciones.
No me detendré en el recuento de sus pasos, en el interior de esta publicación lo hace muy bien y de forma sintética nuestro amigo Miguel Peraza, también escultor e hijo de Andrés.
Aprovecharé este espacio para decir que traer a estas páginas al creador de hombres cósmicos planiformes es una excelente ocasión para repensar la esencia de la creación, la inspiración y el arte.
En ese sentido, es evidente que los estudios y las reflexiones en torno a lo que sucede exactamente en la mente-corazón de un artista –cuando éste crea desde el cobijo de su intimidad– solo son aproximaciones.
Los griegos llamaban bajo el término de musa a la fuente de inspiración, de ahí que derivaran en nueve las que con sus efluvios incidían en cada una de las artes o ciencias.
Hay quien afirma que toda obra de arte es un mínimo porcentaje de inspiración y una descomunal proporción de trabajo.
Modernamente, las neurociencias nos han dotado de herramientas, métodos y experimentos para ver el arte desde el cristal de sus laboratorios y teorías. Gracias a ellas tenemos más elementos para aproximarnos al cuarto oscuro del genio creando.
Por ello, es oportuno desde esa perspectiva el interesante artículo, incluido aquí, de Enrique Canchola: Andrés Peraza, el escultor que labró el eslabón perdido y la revolución zapatista.
Además, caro lector, usted encontrará en este ejemplar los frutos de las plumas de nuestros compañeros del Círculo de Escritores Sabersinfin. Algunos de ellos discurren sobre surrealismo.
Por si fuera poco, en esta ocasión tenemos como escritor invitado a Jorge Arbeleche, quien es miembro de Número de la Academia Nacional de Letras de Uruguay, correspondiente de la Real Academia Española y miembro de la Real Academia de la Lengua Gallega e inspector nacional de Literatura.
Muy interesante coctel el que hemos preparado para tan importante conmemoración.
Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿qué mueve a un artista a decantar su vida al arte y apostarle a ello su paso por este planeta?
Deseamos la pregunta siga vigente mientras haya ejemplos, como el de Andrés Peraza, que sigue inspirando y provocando.
Honor a quien honor merece.
Hasta aquí la prolongada reproducción, esperamos que sea motivo suficiente para sumarse a los festejos conmemorativos al primer siglo del natalicio del escultor Andrés Peraza, y para descargar Filigramma número 11.
Abel Pérez Rojas (abelpr5@hotmail.com) es escritor y educador permanente. Dirige Sabersinfin.com