OASIS. Alfonso; una lección de vida (segunda parte)

 

Alfonso recibió Mención honorífica en su examen para graduarse en cinta negra, posa con sus maestros de Taekwondo.

 

OASIS

 

Psic. Gonzalo Valenzuela

Las personas con síndrome de Apert han luchado por estar en este mundo mucho más que nosotros,

tienen el mismo derecho de pertenecer a la sociedad, no hay que juzgar por la apariencia

 

Continuamos conversando con Guadalupe Lagunes Meléndez, mamá de Alfonso Vargas Lagunes, de 21 años, quien presenta síndrome de Apert, cuya historia nos da una lección de vida. -¿Lupita, cómo recibieron la noticia cuando se enteraron de la condición de su hijo Alfonso? ¿cómo lo vivió?, ya tenían a David, su hijo mayor tenía dos años y obvio, la diferencia en el desarrollo…

 

-Sí, fue algo…  nadie nos dijo, no se veía ningún antecedente, mi esposo es deportista, no tenemos ningún vicio. -Les tocó la lotería genética -Exactamente, no teníamos ningún antecedente de que viniera con una condición especial, entonces fue hasta el momento en que nació, de hecho, mi esposo fue el que se dio cuenta cuando nació porque filmó el nacimiento, sí le impactó mucho a él y no me dijo hasta que lo llevaron a la cuna.

 

-¿Qué sucedió? -Recuerdo que cuando mi esposo entra, después entra mi papá y empieza como a palmear, lo empieza apapachar y pregunto: ¿qué pasó?, yo rápido vi la reacción como un duelo, un abrazo de dolor, yo pregunté por el bebé y en eso mi hijo alzó sus manos y alcancé a ver sus dedos fusionados completamente, excepto el pulgar y entonces pido que la enfermera me lo de, y en ese momento veo su cara característica física, porque ellos tienen una característica muy particular, y en ese momento veo que algo sucede, desde el momento que le veo las manos y luego toda su apariencia, yo dije: ¿Dios, cuál va a ser el futuro de mi hijo?, entonces en ese momento yo dije, depende de nosotros, va a ser lo que Dios quiera, a caminar con Él.

 

-¿Cómo lo vivió?, ¿Qué se dijo cuando lo tuvo en sus brazos? -Pues lo abracé y lo único que dije fue: Dios, yo confío en que voy a salir adelante con él, vamos a salir adelante con él y esto es porque tú confías también en nosotros.

-¿Se puso en las manos de Dios? -Así es, todo el tiempo y así empezamos allá, eso fue un sábado y el día lunes ya estábamos con un ortopedista porque él también nació con los pies completamente arqueados, tenía como selladas las rodillas, pensábamos que no iba a poder caminar, pero el ortopedista inmediatamente mandó un aparato especial, que era como una barreta metálica y se lo puso desde el sexto día, empezó a usar el aparato y sí favoreció mucho lo que son las piernas, pero yo creo que eso también dañó un poco la cadera.

 

-¿En cuanto a la historia escolar de Alfonso? -Estuvo inicialmente en un Centro de Atención Múltiple, no hubo mayor avance, posteriormente lo llevamos a una escuela regular desde kínder; toda su primaria, secundaria y prepa ha estado en escuela regular, con mucho apoyo de los padres y algunos maestros.

 

-¿Cómo se siente de los principales logros de Alfonso? ¿Ya lo esperaba? -Desde que vi a Alfonso que se le cayó una moneda, todavía no se le separaban todos los dedos, y lo vi como intentaba levantarla y no podía, no podía, yo quise ayudarlo y me dijo: yo puedo, me di cuenta que iba a poder hacer todo lo que quisiera, es muy perseverante, es positivo, aunque llega un momento en que la frustración sí lo domina, él quisiera que le salieran bien las cosas a la primera, igual que todos y a veces se frustra y dice: ya no más.

 

-Sin embargo, luego voltea y dice: sí me gusta, sí quiero, sí puedo, y nosotros ahí… empujándolo también, la verdad yo no creí que en Taekwondo fuese a destacar, no lo visualicé ahí, yo lo visualicé en algún arte, yo lo veía pintando, mezclar colores y lo hacía de una manera muy padre, le poníamos el material y que fuera probando qué es lo que le gustaba, tratar de ayudar a descubrir sus habilidades y sobre eso ayudarlo a desarrollarlas.

 

-Conseguimos cámara para las fotografías, pero dijo: quiero teclado, aprendió, hizo alguna presentación, lo hizo muy profesional, su hermano a los 9 años se graduó de cinta negra, y después participó en algunas actividades de Taekwondo, y Alfonso desde chico, yo lo llevaba al entrenamiento de su hermano, yo nunca vi que él pusiera atención en las actividades que hacía su hermano, después me di cuenta que él sabía las formas, hacía los movimientos y los repetía.

 

-Cuando me dijo yo quiero entrar también, pedimos permiso, entró y empezó a aplicarse, participó, tenía como 6 años en su primer evento que participó, se ganó la medalla de oro, con chicos de condición normal, chicos de su misma edad, y haciendo formas, en combate no lo permitimos por la condición, en su examen de cinta negra, Alfonso recibió una mención honorífica porque hizo un excelente examen, yo estoy más que orgullosa de sus logros. (Continuará)