Jesús Alberto Cervantes Villegas (Veracruz, México. 1980)
Es Licenciado en Educación Primaria (CESER) y Lic. en Pedagogía con especialidad en Español (Universidad del Golfo), ha tomado diversos cursos, talleres y diplomados de actualización docente de forma presencial y en línea en diversas instituciones como el Tecnológico de Monterrey, INEE, Instituto Consorcio Clavijero, UNAM, Universidad de Cambridge, Universidad Pedagógica Veracruzana, ILCE, ICATVER. Está interesado desde hace varios años en la capacitación docente como estrategia de mejora. Ha escrito y publicado algunos cuentos cortos infantiles y artículos docentes. Actualmente es director de educación primaria en la zona estatal 059 y profesor de grupo en la zona 075 federal, en la ciudad y puerto de Veracruz.
Una gran generación
Una de las etapas más felices de mi vida y en donde reí sin parar fue en la educación secundaria, en la E.S.T.I núm. 1 de la ciudad y puerto de Veracruz generación 1992-1995, grupo J, en donde casi 40 estudiantes recibíamos una formación adecuada para la época, asignaturas como matemáticas, español, física, física, entre otras más eran el dolor de cabeza de todos los compañeros que a través de diversas actividades intentábamos comprenderlas y aprobar la materia con una óptima calificación.
Todos los alumnos que conformamos la generación teníamos personalidades y características diferentes, gustos propios y diversos pasatiempos que nos ayudaban a transitar las horas en la institución de la mejor manera. Los deportes que se practicaban y que nos integraban eran el popular futbol, basquetbol y voleibol que nos apasionaban e invitaban a participar en los torneos locales, desde el grupo G, hasta el L se involucraban en los partidos en la hora de receso, lo cual nos motivaba y orientaba a nuestro desarrollo integral y a la promoción de nuestra sana convivencia.
Un grupo de alumnos inquietos que por afinidad nos organizábamos en diversas categorías según nuestras cualidades y/o aptitudes como fueron los deportistas: Michel, Utrera, Cámara, Franco, los inteligentes como Partida, Carlos Guillermo, Alarcón, Bobadilla, los galanes Tito, Rafael, Demetrio, Ventura, Salgado, las chicas del salón Ana, Victoria, Leticia, Arleth, los tranquilos Rene, Darío, Porfirio, Neftalí, Guillermo, Ernesto, Valerio, los expulsados Filipo, Gerson, Héctor, Renato y otros más que nos agrupaban e identificaban como parte de esta reconocida institución.
Anécdotas existen muchas, como por ejemplo brincarme la barda para ingresar a la escuela debido a que no me dejaron ingresar por no cortarme el cabello, el escribir en las bancas y pilares de nuestra aula, el copiar la firma de las tareas revisadas de español, la primera pelea con un compañero de grupo, mi primer beso a una chica del mismo piso, las gloriosas tamaladas atrás de los edificios, las mochilas voladoras desde los pisos de arriba para los que no entrábamos a clases y muchas aventuras más que sigo reviviendo en mi memoria.
No menos importante fueron los profesores que con cariño y respeto recuerdo, la profesora María de los Ángeles de español que con sus ejercicios nos enseñó la letra cursiva, la teacher de inglés Pilar que nos favoreció el gusto hacia esta materia, la profesora Araceli que con diversos materiales nos potencializaba el amor hacia el arte, el maestro Galván que nos daba nuestras primeras lecciones de civismo en nuestra comunidad, el historiador Lara nos mostraba las regiones de nuestro bello Veracruz y el maestro Tito que con paciencia y dedicación nos motivó al aprendizaje de la biología.
Una etapa grandiosa llena de cambios, amigos, enamoramientos, competencia, diversión y estudio. Un fuerte saludo a la distancia a todos los integrantes de esta hermosa generación que al día de hoy son personas íntegras que aportan a nuestra sociedad.