Carlos Ravelo Galindo, afirma:
Tienen toda la razón en el mensaje que en este diciembre nos envían nuestros ejecutivos del Club Primera Plana, a quien con orgullo y profundo honor menciono por su nombre.
Los licenciados en periodismo don José Luis Uribe Ortega, presidente y rector. Virgilio Arias Ramírez, secretario general y consejero y Josue Beteulspaucher Huizar, tesorero estricto en el manejo de nuestro erario.
No abundante, por cierto.
Coincidimos con ellos en que los malos momentos que nos trajo este 2021 sólo sean recuerdos de una mala racha, en la vida de todos los mexicanos, a causa de una terrible pandemia.
Y muy importante, como sin duda hacemos ya, aprovechamos la experiencia de lo enfrentado y unidos todos, luchamos por desterrar protagonismos y egoísmos que sólo debilitan y denigran.
Es tiempo de unirnos para consolidar nuestros deseos de un gremio fuerte y sólido, en beneficio de nuestro querido México!.
Nuestro más sincero anhelo es que Navidad y el Arribo del año 2022, sean, para ustedes, de intensa unión y felicidad.
Como el Decano del periodismo nacional, no el más viejo, calificamos al Club Primera Plana con más de un centenar de asociados como una institución cultural, política, apartidista, laica que acata los ordenamientos, que contienen nuestros estatutos.
El Club tiene por objeto y cumplimos:
- Vigilar, fortalecer y ensanchar el respeto irrestricto a las libertades de expresión y prensa y el derecho a la información, así como la defensa del gremio periodístico en toda la República Mexicana y corresponsales mexicanos en el extranjero.
- Impulsar el desarrollo profesional de los periodistas;
- Fomentar todas las actividades que prestigien a la profesión, que proporcionen mayor preparación a sus asociados y, en general, a los periodistas.
- Apoyar moral, técnica y académicamente a instituciones donde se imparten conocimientos sobre ciencias de la comunicación y la información en todas sus especialidades, o en su caso, crear y operar una escuela libre de periodismo;
- Fomentar la comunicación y la unidad entre los periodistas profesionales de México, particularmente entre los asociados del Club;
- Apoyar, en general, causas de beneficio colectivo, excepto en asuntos políticos-partidistas, ideológicos o religiosos;
- Organizar sesiones de trabajo del Club con personalidades para obtener de ellas información que proporcione a los socios una óptica más completa del tema que se trate, y que permita el manejo más adecuado de la propia información:
- Apoyar a sus asociados en toda actividad relacionada con su profesión y con su legítimo bienestar;
- Asistir a los asociados en cualquier contingencia.
- Realizar convenios de intercambio con federaciones y asociaciones de periodistas nacionales y extranjeros para el enriquecimiento profesional de los socios del Club;
- Realizar los actos necesarios que, por su naturaleza social y gremial, permitan que el Club logre el cumplimiento de todos sus objetivos.
Así, con apoyo de todos, lo hemos logrado en nuestros sesenta y dos años de existir, pese a diversos embates, propios, cosa común, y oficial. Qué raro, verdad?
No hemos cambiado una coma.
Hablar de nuestro centro de cultura, nos recuerda a cientos de colegas. A los ya idos y a los presentes. Y a la profesión más peligrosa del mundo. La de informar al pueblo.
O como bien expresaría uno de sus integrantes, don Abraham Mohamed Zamilpa al referirse a quienes integramos al Club Primera Plana, durante una comida ofrecida a otro colega Teodoro Rentería Arroyave, en su octogésimo cumpleaños, en la Casa de Coahuila:
Apuntó, al observar a los asistentes:
“Un siglo de cultura te contempla”
Se refería, por supuesto a la veteranía informática, reporteril, de cultura, de estos viejos periodistas presentes, cuyo poder al conducirse con verdad y honestidad nunca se acabará, porque es un poder eterno y su reino, advertir al pueblo, jamás será destruido.
Tenemos en cuenta que los ladrillos, sean propiedad particular u oficial, son el recinto que con la asistencia de escritores, poetas, reporteros. Vaya quienes integramos esta casa de cultura, se vuelven historia.
Escritores, historiadores, reporteros, poetas. Hombres y mujeres, obviamente.
Vaya periodistas comunicadores, han favorecido al acervo cultural con sus libros –unos editados por el Club y otros por instituciones educativas de la República.
Pero este capítulo, como otros tan o más importantes, merecen, con perdón, reconocerlos posteriormente.
craveloygalindo@gmail.com