Si persiste el amor
No importa no haya nevado este diciembre sucedáneo,
pero si haya pasado con algo de calidez por nuestras vidas,
que el aire imborrable no pervierta el tiempo transcurrido.
No disgregue y postergue las horas ya marcadas,
porque el tiempo deja cicatrices,
se han de ir borrando lentamente.
Aunque tal vez al seguir existiendo aparezcan otras cicatrices.
No debe importar mientras podamos condescender como hermanos con los pobres,
con los nuevos ricos insolentes, pero fraternalmente.
Cuando hayamos dejado atrás la tristeza por lo que hicimos y lo no logrado.
Hemos de esperar e intentarlo nuevamente.
Siempre ha de existir esa oportunidad. Cada día resplandece.
Dejemos atrás viejos rencores, los resabios omitirlos,
es mejor callar, es el mejor y más significativo
y el más expresivo gesto de humildad;
y este nuevo día busquemos el mejor ángulo del cielo …
Para esperar la mágica estrella, ha de ser la que ilumine,
nuestra nueva existencia cómo ancestral quinqué.
Este año que incipiente concluye.
Mejor ha de ser que no guardemos la ira y los rencores para quien no nos quiere.
Ni nos acepta.
Que nos quede siempre claro, Benedetti lo dijo
Los hombres de mala voluntad no entrarán al cielo, mi tendrán paz en esta tierra.
Debemos estar junto a los nuestros, de haber podido escuchar a lo largo del día la hora del Ángelus y la misa de gallo, de haber visto transcurrir nuestro ritual, ofrecernos la paz en cada saludo al hermano, emprendamos el camino por el mismo sendero dejando huella sin proponerlo, bajo una nube que derrama intensa lluvia, igual a las constantes bendiciones que Dios derrama sobre nosotros.
Toquemos las hojas del peino y sus rojizas flores, hemos de llevar implícitos nuestros nuevos anhelos y también los viejos, nuestras pérdidas de familiares y amigos. Nuestras perdidas ilusiones y las recientes que intentemos concretar.
Nuestros sueños perdidos y los que hemos de encontrar en la ventana de nuestra vida… Mientras persista el Amor.
Mientras persista el Amor, podremos existir, cumplir nuestros propósitos imbuidos de Fe. Este año que concluyó y el que inicia.