Jorge Marcelino Alejo
La sola insinuación de que la Comuna solicite un crédito para operar, despierta suspicacias de que le estará faltando el recurso económico para cumplir sus promesas.
Esa perspectiva tiene que cambiar.
Si el Primer Regidor Eduardo Rivera Pérez deslizó que no hay recursos disponibles, porque Claudia Rivera como edil saliente no dejó billetes, es muestra de que se estropea el inicio del nuevo Ayuntamiento.
Dicho de otra manera, no está tapando baches como se supone que lo haría después de recalcar que le dejaron una ciudad destruida.
Y citar los baches no es lo más significativo, a estas alturas todo es importante en una ciudad descuidada por la decepción morenista. Es imperativo que funcionen todos los servicios públicos, que reclama una sociedad que trabaja y busca el progreso. Más en este momento en que las empresas, la industria, el comercio y prestadores de servicios, esperan que las cosas marchen mejor, pues ahí está la ayuda para que los negocios se muevan y venga la mejora económica.
Ahora bien, si se necesitan recursos económicos, Rivera Pérez sabe que puede recurrir al crédito, tiene argumentos de sobra para justificarlo. Pero no puede darse el lujo de empezar su nuevo trienio endeudando más a los poblanos.
Puede tocar la puerta del Gobierno Estatal para solicitarle apoyo financiero, así se manifestarían las buenas relaciones que éste tiene con el Gobierno Municipal y de la que ambos se ufanan. Pero ahí se advierte que el Gobierno del Estado tampoco dispone de efectivo, porque le dejaron una deuda pública de 44 mil millones de pesos, por los cuales, cada mes abona millones y millones de pesos a los felices acreedores.
Otra salida que se antoja exitosa, sería que se les ilumine el cerebro a los asesores financieros de Rivera Pérez. Ellos pueden sacarlo del apuro mediante malabares para conseguir recursos, a fin de que el Ayuntamiento empiece a cumplir lo que ofreció a la ciudadanía,
Si la realidad es que el Ayuntamiento necesita recursos económicos -por desgracia al inicio de la gestión- el Presidente Municipal deberá buscar en el mercado financiero el soporte que le funcione en el arranque del trienio, que dicho sea de paso, no debe tardarse en dar las respuestas esperadas.
Pero por favor, y esto va acentuado, el Ayuntamiento no debe caer en aquellas cosas que llamaron Proyectos de Prestación de Servicios –PPS-, ni tampoco en las Asociaciones Público Privadas –APP- que lanzaron en tiempos del Morenovallismo. Que ciertamente fueron aplaudidos y hasta los empresarios se dijeron sorprendidos por esas maravillas de la ingeniería financiera, pero que, lamentablemente, dejaron esa gran deuda pública que los poblanos seguiremos pagando por varias décadas.
M E M O R A N D U M
UN BILLÓN
Fue insólita la propuesta que hizo el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador, como Presidente del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas –ONU- para crear un fondo destinado al Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar que garantice una vida digna, a más de 750 millones de personas que viven con menos de dos 2 dólares al día.
El financiamiento de ese fondo vendría de tres fuentes: 1) contribución voluntaria del 4 % anual de las mil personas más ricas del planeta, 2) contribución anual de mil corporaciones consideradas por su valor en el mercado mundial y 3) aportación del 0.2 % del Producto Interno Bruto –PIB- de cada país integrante del Grupo de Los 20. Se tendría un billón anual de dólares para hacerlos llegar de manera personalizada a las personas, sin intermediarios.
López Obrador habló al mundo.
Habrá reacciones porque también lanzó dardos a la ONU, para que despierte de su letargo, combata la corrupción y trabaje por el bienestar de las personas, porque la paz, es fruto de la justicia social.
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