Irma Ruth del Ángel del Ángel (San Luis Potosí, México. 1966)
Conocida en el mundo literario como la Novia de las Letras. Doctora en Literatura y lenguaje, con amplia trayectoria literaria. Su obra ha sido traducida al: inglés, gallego, italiano, chino cantonés, portugués y francés. Su obra ha sido integrada en varias antologías, y comentada en diferentes revistas y periódicos nacionales e internacionales.
Poemas del libro: Tipología de los pasos
[2]
Voy aprendiendo a ser una moneda tirada al aire,
un elevador que se detiene en el tercer piso
cuando no hay que mirar hacia abajo/
como el trapecista
que se debate entre la cuerda que lo sostiene y el deseo de caer.
Primera llamada
Los pasos tratan de detenerse…
Veinte minutos faltan solamente
para hacer con mi cuerpo un escenario.
Luego que empiece la función
Segunda llamada
Detengo mis pasos…
En mis uñas hay residuos de ciertos meses,
atado a uno de mis dedos un hilo para recordar
o para no olvidar,
para no olvidar/
que debo recordar un poco menos.
Que caiga entonces el telón:
Silencio, sh,sh,sh silencio
No hay tercera llamada
Los pasos marcados quedan/
en una butaca vacía
con la certeza de que nadie habrá de ocuparla.
[3]
El trapecista cae a mitad del acto
y no hay mirada que le sirva de cuerda/
ni grito de red,
y cae Un paso
y cae Dos pasos
y su función es la caída el descenso interminable
Su cuerpo/
los límites
Su cuerpo/
el precipicio
y el traje que brilla/
las lentejuelas
abriendo avenidas de colores en el viento
El trapecista cae
Tres pasos…
y todos miran/
la batalla entre las manos y el vacío
Entonces pasa
que el trapecista que llevamos dentro
cae también con el que cae
Infinidad de pasos…
el circo es vernos
la función somos nosotros
y caemos Un paso…
caemos Otro paso….
caemos
Solamente uno más…
[4]
Bajamos por la montaña.
Cada uno por su lado.
Cada uno con su paso lento
Cada uno con su brujuleo de pensamientos
Seguimos caminando por el desierto
La salvedad nos hizo coincidir.
Y en el lecho del valle verde/
la piel cantó
acompañada con la serenata nocturnal de los grillos/
los pasos detuvieron su ritmo cotidiano
[2]
Los poemas son demonios
Con dientes pirañescos
Que me mordisquean los talones a cada paso.
Son piedras en el zapato
Que me dificultan el caminar por el desierto.
Sangro poemas por los pies
Que dejan marcadas huellas en la arena
Poemas que se convierten en un fluir de magma pútrido.
En mi lento caminar /
Los poemas me supuran por la piel
Sudo poesía transpiro letras vomito sintaxis
inundo los espacios, mancho las piedras
un manto poético cubre la ciudad
Ahí están…. Observo… ahí están…
En cada recoveco,
Cada sonido del aire los contiene
Debajo de las tazas vacías
Escondidos entre las cucharas
Sacudo el polvo y vuelan
Enciendo las cerillas y explotan
Me doy cuenta que estoy hecha de palabras
Soy un poema ambulante
Que se va evaporando sin sentido
Entre los caminantes ciegos
De una ciudad diseñada en la utopía
De un desierto que sueña con ser mar.
[3]
Extraño el rumor de las olas
que rompen contra las imposibles rocas del desierto
también la sombra que repta sobre arena
pero la huella de mis pasos
sigue ausente
esa, no la extraño…