Es un hecho que el mayor reto del gobierno de Eduardo Rivera Pérez, que, además de apremiante, es inexcusable en su cumplimiento, es el combate a la delincuencia, con resultados perceptibles en el corto plazo. Así lo deben asumir el próximo encargado de dirigir la cuarta ciudad más importante del país y su equipo.
Recordemos que la actual presidenta, Claudia Rivera, entregó desastrosos resultados en esa materia, dejando al municipio de Puebla en el lugar 45 de los 50 municipios más violentos del país, se trata de un número escandaloso.
Y es que todos los delitos se han disparado en la capital poblana: robo de autos. robo a transeúntes, robo de autopartes, robo en casa habitación, robo a negocios y robo en transporte público. Todos estos tipos de delitos, son responsabilidad directa de las policías municipales, las cuales en esta administración no han estado a la altura.
Ciertamente, los poblanos y las poblanas de capital tienen altas expectativas sobre el alcalde que regresa al Palacio del Ayuntamiento.
Quieren cambios y, efectivamente, la corrección del rumbo, y lo esperan desde el primer minuto del 15 de octubre.
Las cifras de la inseguridad son graves, pues de acuerdo con la lista de incidencia delictiva, con base en información del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), la capital poblana está en el deshonroso lugar 45 de las más violentas del país, jamás habíamos estado en esta posición.
La lista la encabeza la conflictiva y fronteriza Tijuana.
La información la presentó en la conferencia mañanera en Palacio Nacional el almirante José Rafael Ojeda Durán, titular de la Secretaría de Marina y sorprendió a muchos que Puebla estuviera en esa lista.
Lamentablemente, han quedado muy lejos los tiempos aquellos en que Puebla se codeaba, pero con las ciudades más seguras de México. Hoy las cosas son abismalmente distintas, incluso, a hace tres años.
Hace unos días, también el gobernador Miguel Barbosa Huerta puso sobre la mesa el reto para el próximo gobierno municipal, en cuanto a la depuración de los cuerpos policiacos. “Yo espero que la nueva administración que viene, limpie la Policía Municipal, la limpie completamente… Espero la renovación completa.
“Las policías hay que estarlas renovando permanentemente del abuso, de las vinculaciones de todo, no hay policía que se salve que debe estar intocada por años, meses, se tiene que estar renovando”, dijo Barbosa en su conferencia matutina.
Y efectivamente, será una tarea que requiere de inmediato acciones del gobierno de Eduardo Rivera.
El compromiso que tiene con los ciudadanos es muy grande.
La contundencia con que ganó en las urnas el pasado 6 de junio, por alrededor de 20 puntos, tiene muchos mensajes.
Son demandas urgentes de los ciudadanos que abrumadoramente sufragaron a favor de su oferta política.
Se trató también de ciudadanos críticos, que castigaron severamente a Claudia Rivera, quien pretendía seguir en el cargo.
Para ellos y ellas, la seguridad es un pendiente urgente. Las expectativas son altísimas. Y el tiempo para dar resultados se advierte muy corto.
Seguramente lo han medido así en el equipo de Lalo Rivera Pérez.
No hay margen para el error. No hay oportunidad para la excusa.