Por Álvaro Cepeda Neri
I.- Maquiavelo murió inmortalizado históricamente, el 22 de junio de 1527. Y 13 años antes escribe: “He dejado pues, los pensamientos de las cosas grandes y graves; no me deleita más leer cosas antiguas, ni razonar sobre las modernas”. En esta misma carta a su amigo de toda la vida: Francesco Vettori, le confiesa que el amor lo atrapó “en sus redes” ya cerca de los 50 años cuando: “ni estos amores me afectan, ni los caminos ásperos me cansan, ni las oscuridades de las noches me aterran”. Hoy presento la excepcional recopilación de textos de este pensador que Nora Hebe Sforza ha traducido: Nicolás Maquiavelo. Textos literarios, que inicia con: La mandrágora, Clizia, Fábula del archidiablo Belfagor, Decenales, El asno, Poemas, Prosas diversas, Prosas varias y su correspondencia. Una colección de lo escrito por quien inauguró la modernidad teórica y la praxis del pensamiento político en sus dos caras: la republicana-democrática y la autocrática, como guía metódica de cuanto se ha creado. Sus: Décadas de Tito Livio y El príncipe, son la pinza para asir toda la “insociable sociabilidad” (Kant dixit) de los regímenes políticos económicos y sociales.
II.- Son casi 400 páginas con notas excepcionales y su penetrante introducción, que a todo lector ya conocedor de su obra le da un nuevo enfoque para continuar recreando cuanto Maquiavelo nos dejó como herencia de la política, la literatura, la poesía. Donde la argentina Nora Hebe Sforza nos presenta a “uno de los pensadores más brillantes de la modernidad clásica”, si no es que el más sobresaliente. Un gigante sobre cuyos hombros miramos, desde su presente (1469-1527) a la antigüedad; de Atenas a nuestro tiempo donde el republicanismo y las autocracias continúan disputándose el poder de los Estados. Y lo mismo aparecen los Pericles que los Julio César, los Roosevelt-Churchill, los Hitler-Mussolini. Es una cronología de sus obras en prosa y poesía, de 1500 a 1532; una selecta pero amplísima bibliografía en edición de bolsillo, escrita en español. Lo anterior como contexto, debo ocuparme del excepcional contenido de esta obra, donde Maquiavelo nos dice en su poema: De la ambición: “¡Oh, mente humana, insaciable y cambiante, y sobre todo/Maligna, inicua, impetuosa y feroz/Dado que, por tu ambicioso apetito/Se hizo la primera muerte violenta/En el mundo, y la primera hierba ensangrentada”. Es justo decir que, después de El príncipe y las Décadas de Tito Livio, este texto concentra sus creaciones medulares.
III.- Sin Maquiavelo no podríamos explicar el conocimiento del universo donde se movieron naturalezas humanas como Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci, Girolamo Savonarola, César Borgia, los Medici, el papa Alejandro VI, el papa Julio II, etc. Y éste es un texto para estudiar al singular pensador y eje del Renacimiento que construyeron él y sus compañeros de viaje innovador en escritura, pintura, literatura, política, economía y astronomía. Siendo sin duda la estrella polar que dirige la nave de la política en cuanto teoría y sus derivaciones en la práctica, por medio del tríptico: Sociedad, Gobierno y Estado. Por eso, su obra es punto de partida y piedra de toque para abordar el conocimiento de parte del árbol a cuya sombra ha evolucionado la Humanidad; y debe ser estudiada para comprender cuanto el florentino fue creando, a fin de ampliar la comprensión de esos fenómenos históricos. De aquí que la recopilación de sus textos literarios sea de gran importancia, pues nos permite conocer la perspectiva de quien supo reflexionar para despejar el camino que ha seguido –con sus involuciones–, el conflicto democracia-república-autocracia.
Ficha bibliográfica;
Autora: Nora Hebe Sforza
Título: Nicolás Maquiavelo. Textos literarios
Editorial: Colihue-Clásica, Argentina.- 2010
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