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José Antonio López Sosa
Después de tantas luchas, tantos años de simulación por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y tanto engaño electoral prologando, la democracia comienza a funcionar en nuestro país.
Como sociedad debemos estar orgullosos del resultado del pasado 6 de junio, se votó con decisión ciudadana y los resultados mostraron la diversidad de país que somos.
Sí, MORENA y el presidente creen que democracia es solo cuando ganan ellos. Sí, la alianza perversa del PRI-PAN-PRD no se explica de ninguna forma. Sí, los partidos rémoras siguieron como zanguijuelas chupando presupuesto.
Es lo que hubo y con esa base los ciudadanos decidimos.
El presidente -aunque no lo reconozca- perdió poder si comparamos el resultado electoral con el 2018, los tres partidos de siempre tuvieron que aliarse luego del saqueo que los tres han hecho por separado. Quedó un equilibrio en la Cámara de Diputados y la Ciudad de México quedó también en un equilibrio a nivel alcaldías.
Me da gusto que impresentables como Padierna Luna, Santillán, Romo y otros nombres que han gobernado la ciudad desde hace décadas, perdieran sus alcaldías.
Me da gusto que en la Cámara partidos como el PRI no tengan siquiera una bancada que pueda tomar una decisión luego del aberrante sexenio anterior. Me da gusto que en la Cámara, MORENA haya perdido la mayoría absoluta de la mano de sus compinches. Me da gusto que el PAN tuviera que negociar con el PRI y el PRD para mantenerse competitivo.
Lo único que me parece aberrante aún, es que no existen nuevos cuadros y sí nuevos partidos. Siguen siendo los mismos con otros colores y otras ideologías.
¿Dónde están los nuevos liderazgos del PRI, del PAN, del PRD, de MORENA?, ¿qué nos presentarán a los electores en 2024?.
Si lo que quiere tanto el PRI como el PAN es volver a perder por knock out, pueden ir preparando o dejando crecer a Alejandro Moreno y a Ricardo Anaya.
Estoy satisfecho con los resultados, pero faltan nuevos cuadros, nuevos liderazgos.